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CIENTOS DE VOLUNTARIOS
La ola de solidaridad para combatir los incendios en Ourense se ha convertido en un auténtico tsunami. Los vecinos se han lanzado en masa a aportar material y víveres para cooperar ante la situación crítica que vive la provincia y este espíritu ha traspasado fronteras.
Las redes sociales fue el medio por el cual cientos de vecinos lograron juntarse y coordinarse para ayudar a quienes se juegan la vida luchando a diario contra los incendios y a los que sufren sus consecuencias. “La idea surgió porque mi hermana y un chico de Lugo, ante la impotencia de ver cómo están los montes y la ayuda que estaban demandando los vecinos, decidieron abrir un grupo de Whatsapp para ver si alguien se unía para colaborar, el cual se fue difundiendo y llegó a casi 2.000 personas”, explica Antea Rodríguez, una de las personas que colabora en esta iniciativa solidaria.
Este grupo lo vieron desde la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), quienes les ofrecieron que se juntasen con el grupo de ayuda que tenían creado y ellos aceptaron. Ahora desde el local de la CUT, en la calle Pura y Dora Vázquez, reciben material y víveres de vecinos que se han subido a este tsunami de solidaridad. “El lunes vinieron unas setenta personas a ayudar”, señala Rodríguez. De hecho, este martes enviaron tres coches con provisiones y material a Quiroga, dos a Viana do Bolo, dos en dirección a A Gudiña y otros dos a Xinzo.
La comunidad que forman se ha difundido con mucha rapidez y esto ha hecho que les ofrezcan ayuda desde diferentes partes de España. “Un chico de Cantabria me llamó para ofrecerme trajes que no necesitaban y preguntarme cómo nos los podía hacer llegar”, señala Rodríguez.
Uno de los lugares más especiales desde dónde llegó ayuda fue Paiporta, uno de los municipios valencianos más afectados por la dana del pasado octubre. En ese momento, los ourensanos se volcaron para ayudar a esta localidad y ahora sus vecinos quisieron devolver el favor aportando su granito de arena contra los incendios.
También se puso en contacto con ellos un vecino de Madrid que trabaja como informático. Con el objetivo de ayudar, creó una página web en la que se muestran los distintos fuegos, la calidad del aire y lo que se necesita en cada zona con la información que proporcionan los distintos voluntarios.
En el local, los voluntarios también fabrican batelumes para enviar a los efectivos. Hace una semana no sabían cómo se creaban estas herramientas y este martespor la mañana hicieron una treintena, un aprendizaje en tiempo récord para ayudar a extinguir los incendios. Para ello, utilizan palos de ferretería, a los que les unen alfombrillas de coche, que previamente recortan para darle la forma del batelume.
“A xente que estaban nas zonas afectadas pedían sobre todo auga e batelumes, entón pensamos cómo poder facelos e xa nos puxemos a argallar isto e os que os reciben están contentos”, señala Damián Rodríguez, uno de los voluntarios.
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