1.247 ourensanos se presentan a una selectividad que les hará pensar más

Llegó el día más señalado para los alumnos que han superado este curso segundo de bachillerato. Hoy arrancan en Galicia las Pruebas de Acceso a la Universidad (PAU) o, como los estudiantes lo denominan, “el examen más determinante” de sus vidas. Durante tres días -martes, miércoles y jueves- se presentarán a una fase obligatoria con cinco exámenes -Lengua Castellana y Literatura, Lingua Galega e Literatura, Historia de España o Historia de la Filosofía, Lengua extranjera (Inglés, Francés, Alemán, Italiano o Portugués) y una materia de modalidad según el itinerario de Bachillerato que hayan cursado- y, en caso de que lo necesiten, una fase voluntaria en la que podrán examinarse de hasta tres materias adicionales, que les permiten subir su nota de admisión hasta un máximo de 14 puntos.

La mayoría de los alumnos de la provincia -en total 1.124 jóvenes- realizarán las pruebas en el Campus, repartidos entre las facultades de derecho, ciencias empresariales y turismo, educación y trabajo social y en el edificio politécnico. Los 123 estudiantes restantes harán selectividad en el IES Cosme López Rodríguez, en A Rúa.

La comprensión gana peso

Ayer, en las bibliotecas de la ciudad se podían percibir fácilmente los nervios de los que apuraron hasta el último minuto, para repasar toda la materia que pueden preguntarles. No fue el caso de Miguel Gil, quien ya aprovechó el fin de semana para dar el último vistazo. “En cuanto acabamos las clases a principios de mayo me tomé una semana de descanso y después estuve estudiando todos los días unas ocho horas diarias”, explica convencido de que su esfuerzo se verá recompensado. “Estoy más tranquilo que mis amigos, porque ya tengo buena nota en bachillerato”, reconoce Gil.

Con todo, los alumnos que se presentan este año tienen una preocupación añadida a las habituales, ya que la estructura de las pruebas ha sufrido un cambio, tras la reforma impulsada por el Gobierno central para hacerlas más competenciales y también por los acuerdos alcanzados entre las comunidades autónomas gobernadas por el PP, entre ellas Galicia, para homogeneizarlas. Ya no habrá los tradicionales modelos A y B, sino que ahora las pruebas de cada asignatura tendrán cuatro preguntas.

La primera cuestión será competencial y habrá que responderla íntegramente, mientras que las tres restantes tendrán varios apartados u opciones a escoger por el alumno. Esa primera pregunta les obliga a entender lo que estudian y saber aplicarlo, dejando a un lado la memorización. “Os estudantes chapan todo, con este tipo de enfoque están obrigados a empregar a teoría como instrumento”, celebra Rosa Enríquez, profesora de francés en bachillerato.

Esta propuesta generó cierto caos en los centros educativos, ya que la decisión sobre el cambio se tomó con el curso iniciado. “En algunas materias tuvimos que volver a temas que ya habíamos dado para incluir más conceptos que entran en la PAU”, asegura Gil. “Os rapaces son conscientes dos cambios e teñen medo, pero están preparados”, indica la profesora, que en su clase ya lleva tiempo haciendo examenes competenciales en sus clases y propone que este enfoque “debería continuar evolucionando”.

En este sentido, Gil reconoce que le hubiese gustado tener más modelos de examen colgados en la web de la CiUG -Comisión Interuniversitaria de Galicia- para practicar ciertas asignaturas, como por ejemplo matemáticas. “Puedes buscar ejercicios en internet, pero no te aseguran que vayan a ser así como los pregunten”, lamenta, aunque ayer por la tarde admitía que lo que más nervioso le ponía era “quedarse dormido, sin tinta en el boli o perder las pegatinas” que le darán hoy y deberá pegar en cada uno de los exámenes que realice durante estos tres días.