465 ourensanos rechazaron una herencia el año pasado

"HERENCIAS ENVENENADAS"

Deudas del fallecido o inmuebles muy deterioriados son dos de las causas que explican la renuncia a una herencia

Una notaría en la provincia de Ourense.
Una notaría en la provincia de Ourense.

Son “herencias envenenadas” en argot popular. Lo que tendría que ser un legado económico o patrimonial para aliviar la economía familiar de los herederos se convierte a veces es una pesada carga que muchos no pueden ni quieren asumir. Su cifra aumenta cada año en la provincia de Ourense, de las 329 renuncias registradas en el año 2019 hemos pasado a 465 a finales de 2024. No es un hecho aislado, sucede en toda Galicia que también ha visto cómo esta estadística se incrementaba en ese mismo período con 3.134 renuncias en 2019 hasta las 3.859 en pasado año. Por provincias es A Coruña la que lidera este ranquin con 1.504 herederos que han renunciado, le sigue Pontevedra con 1.397, Lugo con 493 y Ourense con las mencionadas 465.

La causas que llevan a los herederos a tomar esta decisión están relacionadas con las deudas en las que había incurrido el difunto, ya que en muchos casos el pasivo supera los beneficios del testamento. Desde la notaría de María Teresa Fernández Carrera explican que a menudo el legado incorpora deudas importantes o bien los gastos por las plusvalías o la elevada tributación cuando hablamos de sobrinos a tíos o entre primos desincentivan a los herederos.

En Galicia el impuesto de sucesiones entre padres e hijos está exento hasta un millón de euros. La cosa se complica cuando hablamos de herencias de tíos a sobrinos que pueden ir desde un gravamen mínimo del 7,65 por ciento hasta el 34 por ciento. José Manuel Díaz, de la gestoría Marcelino Díaz, enumera algunos de los casos que se encuentran. “Estamos hablando de terrenos y viviendas en el rural que no están bien cuidadas y cuyo mantenimiento desincentiva a los herederos. También de naves industriales en entornos poco atractivos para los inversores, muy deterioradas y cuyos impuestos catastrales podrían ser una pesada carga si no consiguen venderlas”. Otro de los casos son las viviendas urbanas en entornos como el Casco Histórico cuya reforma siempre es compleja y con un PXOM paralizado que puede ser un problema para la economía de cualquier familia media.

¿Quién se hace cargo?

Cuando una persona fallece sin testar, se abre la sucesión intestada (abintestato). Si renuncian todos los posibles herederos -descendientes, ascendientes, cónyuge y colaterales hasta el cuarto grado-, pasaría a la Comunidad Autónoma. En ese caso, se consideraría como aceptación de herencia a beneficio de inventario y solo tendría que responder de las deudas de la persona fallecida hasta donde alcance el valor de los bienes hereditarios. El mismo proceso cuando hay testamento y todos renuncian que pasa igualmente a la Comunidad Autónoma.

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