Más de 50 jóvenes agricultores y ganaderos trabajarán el rural de Ourense

SECTOR PRIMARIO

Más de medio centenar de jóvenes se incorporan al campo en el sector de la ganadería y la agricultura gracias a una línea de ayudas que impulsa el relevo generacional, fija población y moderniza las explotaciones en la provincia ourensana

Más de 50 jóvenes agricultores y ganaderos trabajarán el rural de Ourense
Más de 50 jóvenes agricultores y ganaderos trabajarán el rural de Ourense | La Región

La provincia de Ourense se prepara para escribir una nueva página en el campo. Más de medio centenar de jóvenes agricultores y ganaderos, 52 en total, recibieron ayudas económicas de la Xunta de Galicia para incorporarse de forma profesional a la actividad agraria. Lo hacen con fuerza, ilusión y una inversión pública que supera los 2 millones de euros, en el marco del Plan Estratégico de la PAC 2023-2027.

Este respaldo económico busca algo más que modernizar explotaciones: es una apuesta decidida por rejuvenecer el rural, frenar el abandono del rural y, sobre todo, fijar población en zonas que llevan años perdiendo vecinos. Son apoyos que pueden alcanzar hasta 70.000 euros por persona, siempre ligados a un compromiso con el entorno y la continuidad de la actividad agraria durante al menos cinco años.

Durante una visita a una explotación ganadera en Viana do Bolo, el delegado territorial de la Xunta, Manuel Pardo, destacó que estas ayudas no son solo subvenciones, sino “unha ferramenta de futuro que garante a continuidade do campo galego e reforza o papel das mulleres, da xente nova e do emprendemento rural”. El plan incluye también líneas específicas para quienes ya se iniciaron este año en el sector, así como para pequeñas explotaciones que buscan mejorar su viabilidad. Los beneficiados muestran que el relevo es posible cuando hay recursos.

“Non queriamos deixar perder o que tanto traballaron nosos pais”

Susana y Marta Hervella con sus vacas.
Susana y Marta Hervella con sus vacas. | Reme Martínez

Susana Hervella es una de las jóvenes ganaderas que se ha beneficiado de esta línea de ayudas. Junto a su hermana Marta, continúa al frente de Arco da Vella, una explotación familiar en Viana do Bolo que heredaron de sus padres y que ahora buscan modernizar. “A explotación xa estaba constituída”, explica, “pero con esta axuda toda mellora que queiramos facer fai que sexa posible e que nós nos planteemos seguir”.

Cada una recibió 45.000 euros, una ayuda que, en su caso, se convierte en aliciente para seguir desarrollando una actividad que compaginan con otros empleos. “Tiñamos claro que era unha pena deixar perder algo que os nosos pais traballaron tanto”, añade. Para ellas, el futuro del campo pasa por apoyar a quienes ya están en él: “Apostamos por vivir no rural”.

“Esto fai que o intente e siga co que miña nai tiña montado”

Pablo Carriba en su explotación.
Pablo Carriba en su explotación. | Reme Martínez

Pablo Carriba es otro de los jóvenes que apuestan por dar continuidad a la actividad agroganadera en la provincia. Lo hace desde Celeirós, en el concello de O Bolo, tomando el relevo de la explotación que su madre puso en marcha años atrás. Ahora, al frente de unas cuarenta reses, este joven ganadero afronta el reto con determinación, pero también con cautela.

Ha recibido una ayuda de 40.000 euros de la Xunta, que considera clave para poder continuar: “Algo é algo, senón é imposible dar continuidade, e aínda así dá medo seguir, porque cando levas uns anos todo se acaba”, reflexiona el joven ganadero.

Aunque el camino no es fácil, Carriba ve en esta ayuda una oportunidad para apostar por el rural y mantener viva la actividad heredada, “polo menos fai que o intente e siga co que miña nai traballou”

“Teño claro que sen o sector primario non se pode vivir”

La joven ganadera Iria Pérez con una de sus vacas.
La joven ganadera Iria Pérez con una de sus vacas. | Reme Martínez

Desde Pesqueiras, en el municipio de Castro Caldelas, Iria Pérez representa el perfil de nueva incorporación que arranca desde cero, a diferencia de otros jóvenes beneficiarios que dan continuidad a explotaciones familiares. Por eso, accede a una de las ayudas más elevadas dentro del programa, que supera los 60.000 euros.

Aun así, no oculta las dificultades: “Eu comezo de cero e a verdade é que faise moi complicado, toda axuda se fai pouca para dar subsistido aos gastos”. Vinculada desde niña al sector primario, defiende con orgullo sus raíces y el papel esencial del campo. “Sempre defendín moito o traballo de meus pais no campo, xa que se o rural desaparece, acábase todo”, afirma con convicción. Aunque su apuesta es firme, necesita compaginar la ganadería con otro empleo.

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