Las galerías comerciales aguantan en las villas de la provincia de Ourense pese a los cambios de hábitos

La compra online ha hecho mella en el comercio tradicional, sobre todo a los espacios de consumo que agrupan tiendas, pero las galerías comerciales siguen aguantando en las villas de la provincia de Ourense

Algunas galerías comerciales de la provincia de Ourense
Algunas galerías comerciales de la provincia de Ourense | La Región

Hace pocas décadas, las poblaciones cabeceras de comarca comenzaron a replicar por imitación la implantación de un modelo de éxito en las grandes ciudades, el de las galerías comerciales. Estos espacios multifuncionales se colaron en los planes urbanísticos de muchas localidades, y florecieron como lugares de paso entre vías principales, o como una suerte de pequeños centros comerciales hasta el advenimiento de las grandes superficies de multinacionales.

Integradas en el entorno arquitectónico, las galerías presentaban ventajas que atrajeron al consumidor: eran un espacio cubierto que reunía a muchas tiendas de distintos sectores, por lo que ahorraban tiempo y eran un punto de encuentro, y no solo de consumo.

Sin embargo, con el cambio de siglo y el crecimiento de las franquicias, la ampliación de supermercados y la implantación de la compra online, acelerada con la pandemia, estos espacios comenzaron poco a poco a quedarse vacíos. Los empresarios empezaron a valorar más la visibilidad que aporta la calle y el cierre de tiendas acabó contagiando al resto.

Bajos vacíos dentro y fuera

Si bien algunas galerías resisten al paso del tiempo porque albergan supermercados o por su ubicación en lugares de paso y gran tránsito, otras muchas, al igual que en las calles de las villas, coleccionan bajos cerrados desde hace años.

Xinzo - Ausencia de negocios en un centro con capacidad para una veintena

El Multicentro de Xinzo de Limia es la galería comercial más grande de la villa. Con tres pisos y más de una veintena de locales, hoy solo da cobijo a unos pocos comercios y las sedes de varias organizaciones del municipio. El establecimiento que más gente atrae es el supermercado de la planta baja, al que acompañan una joyería y una funeraria, además de gestorías, una peluquería, un salón de estética y un aula de danza. Adelga, el Partido Popular y Cruz Roja también están en estas galerías.

Repartidas por el resto de la villa también hay otras, más pequeñas y que apenas tienen vida, más allá de servir de conexión entre calles. Las galerías Lepanto sirven este propósito, pues ya no quedan apenas locales ocupados, y une la calle homónima con la rúa Ladeira, otra de las vías principales de la villa. Las galerías que unen la avenida de Madrid, a la altura de la estación de autobuses con la rúa Castelao, alojan una peluquería, una clínica dental y una tienda de zapatos. Las galerías que se encontraban en esa misma calle, la comunmente conocida como “General”, a la altura del Parque del Pombal, cerraron por desuso hace ya tiempo.

Carballiño - Nueve galerías ofrecen 68 locales, de los cuales solo están abiertos 26

La construcción de edificios de gran altura, la mayor parte con fachada a dos calles, propició en la villa del Arenteiro la creación de galerías comerciales, que suman hasta un total de nueve, unas de mayores dimensiones que otras, pero todas ubicadas en zonas céntricas urbanas. Entre todas ellas suman un total de 68 locales, de los cuales están funcionando con distintos negocios 26, mientras que los 42 restantes están cerrados, muchos de ellos desde hace varios años, pese a estar ubicados en céntricas galerías de bastante tránsito diario.

Los bajos comerciales con mayor aceptación, sin lugar a dudas, son aquellos que también tienen fachada e incluso entrada en la calle, mientras la aceptación va disminuyendo galerías adentro, especialmente si no tienen salida al exterior. En cuanto al tipo de negocios, ofrecen una gran variedad y en algunas de ellas, como en la de la Alameda, también con oferta de hostelería, suelen estar siempre concurridas. Otros negocios son de peluquería, gimnasio, asesoría, textil, entre otras empresas del sector servicios.

O Barco mantiene abiertos casi tres de cada cuatro locales

Las galerías comerciales de O Barco de Valdeorras gozan de una relativa buena salud. Son dos y ambas tienen un acceso en la céntrica avenida del Conde de Fenosa, una de ellas comunica esta arteria con el Paseo do Malecón, en tanto que la otra enlaza con la avenida de Eulogio Fernández. Entre las dos suman casi 25 locales, si bien no todos están siendo utilizados, pues siete de ellos permanecen cerrados, a la espera de encontrar un emprendedor que muestre interés en ocuparlos. A su vez, los 18 restantes trabajan con normalidad, incluido algún establecimiento que está siendo objeto de reformas en estos momentos. En estos espacios, barquenses y visitantes pueden encontrar desde tiendas de estética o de moda, hasta una peluquería, pasando por un restaurante, una copistería o un autolavado de ropa, entre otros negocios.

A Rúa también tiene su galería comercial, si bien la gran mayoría de sus locales están cerrados.

Allariz cuenta con dos galerías céntricas que disponen de vida comercial activa

La villa alaricana cuenta con dos galerías comerciales desde la década de los 80. Ambas están situadas en el centro de la villa, en la calle Emilia Pardo Bazán, que baja desde la Barreira hasta la Alameda. Las galerías Emilia Pardo Bazán se encuentran a escasos metros de la estación de autobuses y enfrente del IES de Allariz, y si bien no tiene salida y cuenta con menos locales, mantiene una ocupación similar.

Las galerías Oliveira cuentan con tres salidas, dos a Emilia Pardo Bazán y otra a la rúa Oliveira, al bajar por unas escaleras que llevan justo enfrente del Centro de Salud. Al igual que las demás galerías comerciales, su uso ha ido en decadencia en las últimas décadas, aunque en Allariz aún cuentan con relativa salud y establecimientos concurridos, como loterías, parafarmacias, peluquerías, academias y tiendas. Cerca de diez establecimientos mantienen concurridas las galerías comerciales alaricanas.

Celanova - La ubicación y el precio favorecen la apertura de nuevos establecimientos

Las galerías comerciales de las calles Pardo Bazán y San Roque, en Celanova, han duplicado el número de establecimientos abiertos en los últimos meses. El precio de los locales, más económicos que en otras calles, su caracter céntrico y los servicios que ofrecen se han convertido en un atractivo, liderando el colectivo de emigrantes la mayoría de las aperturas. “Eu que fun dos primeiros no ano 1988, e chegaron estar os locais cheos. É moi bo”, se refería Luis Conde, propietario de la librería homónima, sobre las nuevas aperturas. Hay un total de ocho establecimientos abiertos (algunos dobles), dos locales acondicionados como escaparates y el resto, hasta 25, se utilizan como almacén o están cerrados.

En el municipio existen otras galerías comerciales, entre las calles Castor Elices y Francisco González Rey. Tras una alta reciente, son cinco los establecimientos abiertos, con otros tantos con sus persianas bajadas.

Verín - San Miguel y Zagros resisten, pero el resto ya no atrae a los negocios

Las galerías de la villa del Támega encierran realidades contrapuestas, si bien buena parte de los locales de las seis que hay permanecen cerrados desde hace años. Hay alguna excepción, como la galería Zagros, que presume de una decena de locales abiertos. Pero las galerías Maga, El Centro, Puerta de Madrid o la de la estación de autobuses han vivido todas ellas tiempos mejores. Para los pequeños negocios, en Verín ya hay demasiados bajos vacíos como para decantarse por uno en un espacio interior, con “menor visibilidad y poca diferencia en el alquiler”.

Otra galería comercial de gran arraigo es la galería San Miguel, vía de paso natural que acorta el trayecto entre la avenida Luis Espada y la rúa Maior, y en la que permaecen diez locales. Para Puri Fernández, del negocio de belleza Estudio P, la razón está en la pandemia: “La gente le perdió el miedo a la compra online y cambió de hábitos de consumo”.

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