El fin de la ley de nietos dispara las consultas en el Archivo Diocesano

La Ley de Memoria Democrática, conocida como ley de nietos, tiene el tiempo contado. A partir de hoy quedan solo 23 días hábiles para que llegue a su fin el plazo de presentación de solicitudes, el cual culmina el 22 de octubre de este 2025. La Iglesia se ha comprometido sensiblemente con esta causa, operando con la mayor celeridad y eficiencia posible, pese a los desafíos del momento.

Los encargados del Archivo Diocesano de Ourense trabajan a destajo por el aluvión de peticiones que reciben cada día. Se trata de una demanda proveniente en gran medida de Latinoamérica. Hasta el momento, las consultas atendidas por formulario electrónico son unas 15.000 anuales, y las presenciales 900, para un total de casos exitosos que ya sobrepasa los 3.000. En total, 48.000 solicitudes solo a raíz de esta ley.

El contexto

La explicación a esta sensación de conteo regresivo que muchos experimentan al otro lado del Atlántico, reside en el profundo contexto de crisis que experimentan países como Cuba, Venezuela y Argentina, con contextos sociales donde se han agravado a unos niveles críticos, la precariedad material y la incertidumbre política.

Un pasaporte español representa, para muchos, una posibilidad de “escapar” hacia una nueva vida de oportunidades laborales y seguridad, teniendo en cuenta que estas credenciales de “emigrantes retornados” generan posibilidades de inserción socio-laboral, no solo en España, sino en toda la Unión Europea.

No obstante, no solo son los contextos de crisis extrema los que generan esta “previsión” de hacerse con la ciudadanía española: la política antimigratoria de Trump y la inseguridad creciente en Estados Unidos están impulsando a un número considerable de latinoamericanos con ascendientes españoles, residentes en el país del norte, a tener un as bajo la manga para apostar por la estabilidad y el estilo de vida europeo si se viesen forzados a hacerlo.

La vía de escape

“Mi bisabuelo nació en Allariz, Ourense, en 1906. Llegó en 1928 y levantó una mueblería aquí que la mantuvo hasta su muerte. La verdad es que no teníamos un especial interés en avanzar con la cuestión de la ciudadanía española, pero ya se nos acaba el tiempo, y no queremos que nuestro hijo termine de crecer en un país donde te pueden matar por quitarte un móvil. Ya entregamos toda la documentación hace quince días en el consulado español, solo queda esperar”, confiesa Roberto Couselo, de 43 años, desde Mérida, Venezuela.

Desbordados

La solicitud de Roberto fue procesada por el Archivo Diocesano de Ourense. “Ahora hay una saturación muy grande, hoy es que vamos con las partidas solicitadas el 25 de junio. Hace unos tres meses recibíamos entre 20 y 25 solicitudes diarias, hoy la media de peticiones de búsqueda de partidas bautismales, supera las 40 diarias. El fin próximo de la Ley, nos tiene superados, pero nos mueve el compromiso de la Iglesia con lo que es también una cuestión humanitaria. Estamos conscientes de la repercución de esta labor para de miles de familias”, comenta Pablo Cid, responsable del Archivo Diocesano de Ourense.

Más allá de esta sobredemanda, se trata de un servicio eficiente en toda Galicia. En este rescate de la memoria gallega, la Iglesia ha tenido un desempeño que rebasa lo burocrático para ir más allá: la vocación de servicio. “Mi abuelo nació en Castroverde, Lugo, en 1881. De allí salió para Nueva York en la década del 30, y luego se fue a Cuba. Estoy impresionado con la rapidez con que recibí respuesta de la Diócesis de Lugo, lo que demuestra que la Iglesia ha desplegado una obra de gran utilidad”, observa desde Miami, Estados Unidos, Camilo López.

A pesar del conteo regresivo para los descendientes de españoles en el exterior, no hay comunicados oficiales que garanticen una tercera prórroga para admisiones a trámite. Esa España que aún persiste al otro lado del Atlántico, bien merece otra oportunidad.