Nuevos avances para desdoblar la línea del AVE
GALICIA-MADRID
Desbloqueados 12,2 millones para las traviesas del tramo Medina-Coreses
El Gobierno autorizó ayer en Consejo de Ministros un contrato de 12,2 millones para comprar las 129.000 traviesas para construir una segunda vía en el tramo Medina del Campo-Coreses, uno de los cuatro que estrangulan la línea del AVE Madrid-Galicia. El avance administrativo para resolver el estrangulamiento crónico de la línea tardará, sin embargo, en llevarse a la práctica.
Este material es esencial para montar la segunda vía en el tramo de 66 kilómetros entre Medina del Campo (Valladolid) y Coreses (Zamora), el más largo de los cuatro “cuellos de botella” que limitan la capacidad de la línea. Sin embargo, este avance, que se suma a la licitación de otros componentes, no modifica el horizonte real de la obra, ya que el fin de este tramo de vía única no se espera, como mínimo, hasta 2029.
El contrato autorizado en Consejo de Ministros es una pieza más en el lento puzle para desdoblar el trazado. Se une al carril, ya adjudicado, y a la reciente licitación de desvíos y aparatos de dilatación. Próximamente, se licitará el balasto.
Los plazos serán largos. El suministro de los desvíos, por ejemplo, tiene un plazo de entrega de 30 meses una vez adjudicado, lo que sitúa la recepción de este material clave a mediados de 2028, retrasando inevitablemente el montaje final y las pruebas de seguridad hasta bien entrado 2029, si no más allá.
Esta lentitud en la ejecución choca frontalmente con el proceso de liberalización de la línea, ya en marcha. Adif acaba de ofertar a los futuros operadores privados, como Iryo, 32 nuevas frecuencias diarias para el corredor gallego. Estas se sumarían a las 22 actuales, elevando el tráfico a 54 trenes diarios. Esta cifra no es casual: es la capacidad máxima teórica que puede soportar la línea precisamente por culpa de sus cuellos de botella. En la práctica, significaría llevar la infraestructura a una saturación total, sin margen para absorber incidencias, averías o futuros crecimientos.
Aunque el calendario más optimista sitúa la llegada de los competidores de Renfe a Galicia en 2028, es una certeza que lo harán a una línea que seguirá “a medias”. A los retrasos del tramo Medina-Coreses se suman los de los otros tres cuellos de botella. El de Pedralba-Vilavella (32 km), a la entrada de Galicia, sigue en fase de redacción de proyecto y su complejidad técnica lo proyecta más allá de 2030. El de Zamora-La Hiniesta (10 km) ni siquiera cuenta con un plan conocido para su desdoblamiento. Y la variante de Ourense, la solución definitiva para los 15 km de vía única a la entrada de la ciudad, avanza con lentitud.
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