Malestar ante el aluvión de multas por aparcar en la travesía de Riós

Desde hace más de un mes, los vecinos y visitantes que acuden al núcleo capital de Riós para comprar, ir al banco, a la farmacia, ser atendidos en el centro de salud, dejar a sus hijos y nietos en la guardería o hacer gestiones en el Concello se enfrentan a una sanción de 200 euros -100 por pronto pago- en caso de aparcar sus vehículos en la travesía que vertebra la población, tal y como venían haciendo.

Esta situación, hasta ahora inédita, ha vivido varias jornadas de imposición de multas por parte de la Guardia Civil de Tráfico. Hay incluso quienes ya han sido multados en más de una ocasión. Estas sanciones por estacionar no tienen precedente en la historia del municipio, y se extienden a ambos lados de la calzada de la carretera provincial OU-1005 que atraviesa el núcleo.

Entre la población se extiende una sensación que mezcla el malestar con la indignación y la indefensión, y que afecta especialmente a los habitantes de mayor edad, que se ven obligados a aparcar lejos y recorrer andando centenares de metros hasta los establecimientos, incluidos en estos días lluviosos

Con el fin de evitar que los vecinos reciban más sanciones, el Concello ha colocado temporalmente carteles de “Prohibido estacionar” en todo el núcleo, alertando así de la nueva “realidad” a la que se enfrentan. Estas señales lucen asimismo en algunos de los comercios situados a lo largo de la recta principal de Riós, centro neurálgico de la actividad comercial y de servicios de la localidad.

En busca de una solución

Desde el Concello se muestran tan “sorprendidos” como los vecinos ante esta situación, de la que no recibieron notificación previa alguna. Recuerdan que al tratarse de una vía de titularidad provincial carecen de competencias sobre la misma, y que la entidad responsable de la imposición de sanciones es la Dirección General de Tráfico (DGT).

La regidora asegura que desde el primer momento se ha entablado un diálogo con el resto de administraciones para encontrar una solución, pero pide “paciencia e comprensión” a la población mientras se halla una forma de “compatibilizar a seguridade viaria coa realidade do noso núcleo urbano”.

Barrio afirma que ya ha enviado un escrito a la Diputación para que “regulen o tráfico, quizais coa implantación dunha zona limitada a 30 km/h con preferencia para os peatóns, e pinten un lado para aparcar e o resto da vía deixala libre. Iso, ou facela de sentido único e circular polo outro lado”. Por ahora, los conductores aparcan en “sitios pequenos, como a igrexa ou detrás da gardería, ata na Praza do Concello, pero non hai espazo suficiente”.

La alcaldesa recalca que ella también está “impactada” por una decisión que descoloca a “todos”, y que sobre todo ignora la realidad de esta localidad “con moita dispersión de poboación, o que se traduce nun atranco máis para o rural”. Además, a su juicio tampoco responde a la peligrosidad de la vía: “Xamais houbo accidentes nesta estrada. Pero como agora a vía está libre, algún camión xa circula a máis velocidade da debida, e podería ocorrer unha desgraza”.