Cortiñas y Bergara, especialistas en Traumatología Deportiva en Ourense: “Cuidar los huesos es invertir en calidad de vida”

LESIONES MUSCULOESQUELÉTICAS

La traumatología deportiva aborda lesiones musculoesqueléticas derivadas del ejercicio, diagnosticando, tratando y previniendo daños en músculos, huesos y articulaciones para optimizar la recuperación y el rendimiento atlético de los deportistas, una labor en la que las doctoras Ana Belén Cortiñas y Larraitz Vergara apuestan por la prevención, la educación física y un trabajo progresivo.

Las doctoras Ana Belén Cortiñas y Larraitz Bergara.
Las doctoras Ana Belén Cortiñas y Larraitz Bergara.

Pregunta. ¿Cuáles son las áreas más frecuentes con las que ustedes trabajan?

Respuesta.Trabajamos fundamentalmente con lesiones de extremidad inferior (rodilla, tobillo/pie, cadera) y de hombro. Son muy frecuentes las lesiones musculares y tendinopatías (isquiotibiales, cuádriceps, gemelos, tendón rotuliano y Aquiles), fracturas por estrés y problemas artroscópicos (menisco, ligamentos como el LCA).

P.¿Cómo ha evolucionado la especialidad en los últimos años?

R.Ha habido una clara tendencia hacia minimalismo y precisión: más cirugía artroscópica y técnicas menos invasivas, mayor personalización del tratamiento, integración multidisciplinar (fisioterapia, readaptación, nutrición, psicología deportiva) y un enfoque basado en evidencia y en resultados funcionales, no solo en imagen. También se valora cada vez más la prevención y la readaptación específica para cada deporte.

P.¿Qué avances recientes consideran más relevantes en ortopedia, cirugía y traumatología relacionada con su labor?

R.Técnicas artroscópicas refinadas, mejoras en la reconstrucción ligamentaria (injertos, técnicas anatómicas), avances en reparación y biologic augmentation (factores de crecimiento, PRP en contextos seleccionados), mejores protocolos de manejo de lesiones musculares y de tendones, y el uso creciente de herramientas objetivas para la readaptación (dinamometría, análisis de movimiento). Importante también la medicina basada en datos para personalizar el return to play.

P.¿Cuáles son las lesiones musculoesqueléticas más comunes que atiende en deportistas?

R.Esguinces de tobillo, lesiones del ligamento cruzado anterior (LCA), lesiones meniscales, tendinopatías (rotuliana, Aquiles), lesiones musculares y problemas de hombro como inestabilidades o rotura del manguito.

P.¿Qué factores predisponen a estas lesiones?

R.Factores intrínsecos: desequilibrios musculares, asimetrías de fuerza, mala movilidad articular, antecedente de lesiones, edad, genética y mala recuperación. Factores extrínsecos: carga de entrenamiento mal dosificada, superficies inadecuadas, calzado inapropiado, falta de calentamiento o vuelta a la calma, y plan de prevención insuficiente. También el estrés psicológico y la nutrición influyen en la vulnerabilidad a lesiones.

P.¿Qué papel juega la prevención y la educación física en su trabajo?

R.Es central. La prevención debe ser proactiva: programas de fortalecimiento (foco en estabilidad lumbopélvica, fuerza excéntrica de isquiotibiales, control neuromuscular), entrenamiento de técnica, adecuación de cargas, y educación del deportista/entrenador sobre señales de alarma y recuperación. La educación física bien dirigida reduce incidencias y mejora la longevidad deportiva.

P.¿Cuándo se decide entre tratamiento conservador y cirugía?

R.Depende de la lesión, demanda del deportista y objetivos. Si la lesión es estable y responde a tratamiento (fisioterapia, readaptación y tiempo), se prefiere conservador. Optamos por cirugía cuando hay inestabilidad funcional importante (por ejemplo LCA en deportista que requiere pivotar), fracaso del tratamiento conservador, o cuando la cirugía ofrece mayor probabilidad de retorno al mismo nivel. La decisión siempre pondera riesgos/beneficios y tiempos de recuperación.

P.¿Cuál es la importancia de la rehabilitación y la readaptación en deportistas?

R.Es la pieza clave para un retorno seguro y eficaz. La rehabilitación no solo restaura movilidad y fuerza, sino que reeduca el patrón motor, integra la capacidad condicional con la específica del deporte y evalúa readiness (fuerza, simetría, control, tolerancia a cargas). La readaptación deportiva —progresiva y específica para la competencia— reduce recidivas y optimiza el rendimiento.

P.¿Qué consejos generales darían a un atleta para mantener la salud de sus articulaciones y músculos?

R.Mantener programación de fuerza regular (incluyendo trabajo excéntrico), controlar la carga y respeta progresiones, priorizar técnica y movilidad según el deporte, dedicar tiempo a calentamiento y vuelta a la calma, dormir y nutrirse adecuadamente, y responde pronto a dolor o alteraciones de función (no “normalizar” el dolor). Revisiones periódicas y programas de prevención específicos son recomendables.

P.¿Cómo manejan la relación con pacientes que desean volver rápidamente al deporte?

R.Con honestidad y educación: explicamos riesgos de un retorno prematuro (recidiva, peor pronóstico) y presentamos objetivos medibles para el alta: criterios de fuerza, estabilidad, tolerancia a cargas y pruebas funcionales. Si el deportista insiste, documentamos la discusión y proponemos un plan intermedio (limitaciones claras, monitorización estrecha). Siempre intentamos alinearnos con sus metas, pero priorizando seguridad y futuro funcional.

P.¿Qué errores comunes ven en la población general con respecto a la salud musculoesquelética?

R.Una de las prioridades es minimizar el dolor y seguir entrenando sin adaptaciones; evitar la fuerza por miedo; falta de progresión y sobrecarga súbita; buscar soluciones rápidas (medicación o inyecciones) sin rehabilitación; y la ausencia de prevención y chequeos. También la desinformación sobre cuándo operar o cuándo esperar.

P.¿Qué mensaje les gustaría transmitir sobre la importancia de cuidar huesos, articulaciones y músculos?

R.Cuidarlos es invertir en calidad de vida y en rendimiento. La mejor estrategia combina prevención, diagnóstico precoz y una rehabilitación adecuada. Escucha a tu cuerpo: el dolor persistente no es normal. Actuar pronto, con enfoque multidisciplinar y basado en criterios funcionales, permite seguir compitiendo y reduce secuelas a largo plazo.

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