Marcos Fernández Novoa: "La idea es que cuidar el oído sea tan habitual como ir al dentista"

Oír bien es fundamental para una buena calidad de vida, tanto a la hora de relacionarse con los demás como para el bienestar físico, ya que una mala audición afecta al equilibrio y al sistema nervioso. Marcos Fernández Novoa, óptico-optometrista y audioprotesista, es la tercera generación de profesionales que trabajan en Óptica Moderna. Llevan realizando su labor en la calle Juan XXIII desde el año 1986, aunque la óptica como tal comenzó en 1927 en la calle del Paseo. En la actualidad su labor auditiva cuenta con innovaciones tecnológicas como el método ACAM, único en la provincia de Ourense para la adaptación de audífonos.

Pregunta.¿Cuál es la labor de un especialista en audioprótesis?

Respuesta.Nuestra labor es ayudar a las personas con pérdida auditiva a mejorar su calidad de vida a través de soluciones auditivas personalizadas. No solo se trata de adaptar audífonos, sino de acompañar al paciente en todo el proceso: desde la evaluación auditiva inicial, pasando por la elección del dispositivo más adecuado, hasta su ajuste, seguimiento y mantenimiento. Es una profesión que combina conocimientos técnicos con un trato muy humano, porque cada paciente tiene unas necesidades únicas, y nuestra misión es escuchar, entender y ofrecer la mejor respuesta posible.

P.¿Cuál es el enfoque actual de esta especialidad?

R.Cada vez damos más importancia a la prevención, porque detectarlo a tiempo marca una gran diferencia. Hoy en día no solo nos centramos en corregir la pérdida auditiva, sino también en evitar que avance o incluso en prevenir que aparezca. Realizamos campañas de concienciación sobre el cuidado del oído, revisiones auditivas periódicas, y educamos sobre los riesgos del ruido, el uso inadecuado de auriculares o infecciones mal tratadas. La idea es que cuidar el oído sea tan habitual como ir al dentista o revisarse la vista. La salud auditiva es clave para mantenernos conectados con el entorno y con los demás.

P.¿Cuáles son las patologías más comunes entre los ourensanos relacionadas con la audición?

R.En mi experiencia, las patologías más comunes son la hipoacusia (o pérdida auditiva), el tinnitus, la otitis y, en algunos casos, enfermedades del oído interno como el síndrome de Ménière. Sin embargo, es importante destacar que el diagnóstico y tratamiento médico de estas patologías corresponde al especialista en otorrinolaringología. Como audioprotesistas, debemos trabajar en consonancia con los otorrinos para ofrecer un enfoque integral al paciente. Nuestro papel se centra en la prevención, la evaluación audiológica, la adaptación de ayudas auditivas y el seguimiento de los usuarios de audífonos o implantes. La colaboración entre profesionales es clave para lograr un tratamiento completo y efectivo. Trabajar en equipo nos permite cuidar no solo la salud auditiva, sino también el bienestar general de cada persona.

P.¿Cuándo y cómo deben hacerse pruebas de audición?

R.Lo ideal es no esperar a notar una pérdida evidente para hacerse una revisión auditiva. A partir de los 50 años, recomiendo realizar una prueba auditiva al menos una vez al año, aunque en personas más jóvenes también puede ser necesaria si existen factores de riesgo, como exposición prolongada al ruido, antecedentes familiares o infecciones frecuentes. Las pruebas son completamente indoloras y rápidas. En consulta realizamos una audiometría, una otoscopia, pruebas del habla (con y sin ruido), escaneo en 3D para la toma de medidas y otras evaluaciones complementarias según el caso para detectar cualquier alteración a tiempo. Al igual que revisamos la vista o la tensión, cuidar la audición debería formar parte de nuestras rutinas de salud.

P.¿Los hábitos de vida de los últimos años han aumentado el riesgo de problemas auditivos?

R.Definitivamente, los hábitos de vida actuales han aumentado el riesgo de desarrollar problemas auditivos. El uso constante de auriculares a alto volumen y la exposición a ruidos fuertes, como los que encontramos en la calle o en ciertos entornos de trabajo, son factores que pueden perjudicar la audición a largo plazo. El oído humano tiene un límite de tolerancia al sonido, y cuando ese límite se supera repetidamente, el daño es acumulativo. Es fundamental ser consciente de estos riesgos y adoptar hábitos que protejan nuestra salud auditiva, como mantener un volumen moderado en los auriculares, hacer pausas durante su uso y evitar la exposición prolongada a ambientes ruidosos sin protección auditiva. En esos casos, los tapones antirruido a medida pueden ser una excelente opción, ya que están diseñados para adaptarse perfectamente al oído y ofrecer una barrera eficaz contra el ruido sin afectar la percepción de sonidos importantes. La prevención es clave para preservar la audición durante toda la vida.

P.¿Qué característica deben cumplir los audífonos?

R.Los audífonos deben ser personalizados para cada persona, ya que cada pérdida auditiva es única. La principal característica que deben tener es la capacidad de adaptarse a las necesidades auditivas de cada usuario. Esto implica que el audífono debe amplificar los sonidos de manera adecuada, sin distorsionar ni sobrecargar el oído, y permitir una escucha clara y cómoda. Además, es importante que los audífonos sean cómodos y discretos, de forma que el usuario pueda llevarlos sin molestias. La duración de la batería, la resistencia al agua o sudor, y la facilidad de ajuste y programación también son aspectos clave. Los modelos más avanzados ofrecen conectividad con dispositivos móviles, lo que facilita la integración de la audición con las tecnologías actuales. En definitiva, un buen audífono debe ser una extensión natural de la audición del usuario, permitiéndole disfrutar de su entorno sonoro de la manera más natural y cómoda posible.

P.¿Qué cuidados evitan una pérdida auditiva?

R.Para evitar o minimizar las consecuencias de una pérdida auditiva la clave está en la prevención y el autocuidado: controlar la exposición al ruido y evitar la exposición prolongada a ruidos fuertes, moderar el uso de auriculares y no escuchar música a más del 60% del volumen máximo de los mismos durante más de 60 minutos al día, mantener una higiene auditiva adecuada, evitar introducir objetos en el oído, realizar revisiones auditivas periódicas, cuidar la salud general. mantener una buena salud cardiovascular y controlar la presión arterial. En resumen, la prevención y el cuidado constante son fundamentales para proteger nuestra audición a lo largo del tiempo.