Paloma Caballero, psicóloga: “Es importante expresar todo lo que nos pasa, cómo nos sentimos"

La gestión emocional afecta en gran medida al bienestar físico y a la estabilidad diaria, en una sociedad cada vez más exigente y demandante. Paloma Cabaleiro, psicóloga, destaca el valor del autocuidado y la aceptación de los problemas propios a la hora de pedir ayuda cuando es necesario.

Pregunta.¿Qué importancia tiene la salud mental a la hora de tener un bienestar prolongado en el tiempo?

Respuesta.La salud mental y la salud física van de la mano y no se entiende una sin la otra. Para poder prolongar el bienestar en el tiempo es importante “conseguir el equilibrio”, ese es mi mantra. Tener un buen autocuidado, que implica, no solo tener buenos hábitos de alimentación, ejercicio, de sueño, sino también poder rodearnos de personas que nos sumen, con las que podamos sentirnos a gusto, poder expresar nuestras emociones y pasar momentos agradables y de risas. Hay que buscar momentos en el día a día de disfrute y a poder ser de conexión con los demás y con uno mismo, creo que esa es la clave. Esto no quiere decir que no haya momentos de dificultades, eso forma parte de la vida y hay que saber afrontarlos también, confiar en nuestros recursos personales y ser capaces de pedir ayuda y dejarnos ayudar es de vital importancia.

P.¿Cuáles son las patologías más comunes entre los ourensanos?

R.Problemas en la gestión del estrés, trastornos depresivos y trastornos de ansiedad son los más comunes actualmente en nuestra sociedad. Vemos muchos problemas de regulación emocional y todavía hay una cultura de pensar que “lo que no se aborda o en lo que no se piensa, no existe”, falta todavía una buena gestión emocional. Es importante aprender a expresar lo que nos pasa, cómo nos sentimos, qué dificultades tenemos y qué recursos tenemos para afrontar las problemáticas de la vida.

P.¿Qué trastornos son más comunes entre los jóvenes?

R.Nuestro jóvenes lo tienen difícil, buffff yo estoy encantada de no tener que ser adolescente hoy en día. Hay mucho de todo en ellos, hay mucha soledad, parece un contrasentido, en la época en la que las nuevas tecnologías “parecen” acercarnos y ellos están más desconectados que nunca de los valores, de la familia, de los amigos de verdad, de sí mismos. Se ha perdido el cara a cara, el contacto ocular, la mirada, el juego, y todo eso es base de la salud mental futura. Hay muchas dificultades con la gestión emocional y buscan en el consumo de sustancias, en las pantallas, una regulación del malestar y una compañía que nunca acaba de llegar, así que sí, se ven trastornos depresivos, ansiosos, inestabilidad emocional que va más allá de la que es acorde a lo evolutivo. Hay bastantes problemas de la conducta alimentaria, muchas veces de la mano de una característica de personalidad perfeccionista, autoexigente, con tendencia a buscar la seguridad en el control. Se ha metido la tele y los móviles en el comedor de las casas, en la cocina, en las habitaciones y esto es muy nocivo para las relaciones entre padres e hijos.

P.¿Cuáles son los factores de riesgo que afectan a la salud mental?

R.Los principales factores de riesgo son los que acontecen en la infancia, las experiencias adversas en esta etapa van a conllevar con mucha probabilidad trastornos en la edad adulta. El estudio ACE (adverse childhood experiences), así lo demuestra. Algunas de estos eventos serían sufrir maltrato emocional, físico, abuso sexual, negligencia emocional, negligencia material, pérdidas tempranas, ser testigo de violencia, alcoholismo o drogas en la familia, enfermedad en la familia… Sin ir más lejos los niños que presentaban 4 o más de estos eventos tenían 12 veces más intentos de suicidio que la población general. Esto nos lleva a reflexionar acerca del cuidado de la infancia ya desde el embarazo en el cuidado de la mamá y su entorno. Un buen cuidado de la salud mental está en la prevención.

P.¿Cómo se afronta un trauma?

R.Esta es una pregunta que nos daría para hablar días… Va a depender de muchos factores, por ejemplo, no se trabaja igual un estrés agudo o un estrés continuado, el tiempo que pasa entre el impacto traumático y la aparición de la sintomatología hay que tenerlo en cuenta. El momento del desarrollo en el que acontece el trauma sí influye. No podemos olvidar que el trauma rompe la confianza, la seguridad de la persona, es ruptura, es algo oculto, algo que ocurre muchas veces bajo el secreto, con emociones de culpa, vergüenza, asco, rabia….en base a esto, si la pregunta va dirigida a como se trabaja, te diría que siempre de forma muy individualizada y poco a poco, siempre con el máximo respeto y cuidado de no forzar el acceso a aquello que no se puede recordar.

P.¿Qué señales son las que debe tener en cuenta para acudir a un especialista?

R.Yo soy de la opinión que no todo el mundo necesita ir al psicólogo de forma general. La persona que necesita acudir a un psicólogo, es aquella que padece un nivel de malestar que le limita significativamente para poder continuar con su vida de forma adecuada, por ejemplo, se nota tan triste y con tan pocas ganas de hacer nada, que solo le apetece estar en el sillón o en la cama, sin hablar ni relacionarse con nadie, sin motivación ni ilusión por la vida, sin poder disfrutar de las cosas que antes le hacían disfrutar o aquella persona que todo el día se siente irritable, que todo le parece mal y que ante un hecho neutral reacciona de forma desproporcionada….algunas de estos síntomas serían señales.

P.¿Qué consejo daría usted para mantener una buena salud mental?

R.Mantener un buen autocuidado, que no solo implique tener unos buenos hábitos, como hacer un ejercicio moderado, dormir las horas suficientes, tener contacto con la naturaleza, buscar huecos para pasar tiempo con las amistades, sino que también practiquen un buen diálogo interior, yo les recomiendo a mis pacientes que se paren a observar como se hablan a sí mismos y que me digan si eso que se dicen a si mismos se lo dirían a su mejor amigo, o a una persona a la que quieren… En muchas ocasiones me dicen que no y en eso es importante poner el foco, “hablate con el mismo respeto y cariño como le hablarías a una persona a la que quieres”, este es un punto clave para mi.

P.¿Qué recomendaciones haría para mantener el equilibrio en vacaciones?

R.Creo que hacer una desconexión real de las nuevas tecnologías es lo mejor para poder descansar y darle aire al cerebro, al que tenemos sobresaturado con tanta pantalla y con tanta demanda de actividades y responsabilidades. Hacer un ejercicio de conexión con las personas con las que vamos de vacaciones, si vas en familia y tienen hijos es una oportunidad para poder jugar con ellos a juegos de mesa y pasar un rato de risas. Pasar tiempo con la pareja, con los amigos, o con uno mismo, en definitiva, hacer aquello que durante el año no han podido hacer por falta de tiempo, y en esto incluyo la “actividad de no hacer nada”. Aburrirse un rato también es muy aconsejable.

P.¿Son estas fechas estresantes?

R.Salvo por la conciliación de las familias con los hijos, ¿por qué tienen que ser estresantes las vacaciones?, la actitud para que las vacaciones puedan ser agradables es dejar la prisa a un lado y cultivar la paciencia, que falta hace en esta sociedad que vive a toda velocidad. Descansar y hacer aquello que tantas veces en el año dejaste a un lado porque no tenías tiempo… Ver una serie, leer una novela, dormir más de lo habitual, pasear o hacer ejercicio... ahora es el momento.