Las colillas, la “basuraleza” que más ensucia las playas

La Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife) y Ecoembes, a través del Proyecto Libera, convocaron a la ciudadanía a combatir la “basuraleza” en playas y mares del 20 de septiembre al 5 de octubre con la novena edición de la campaña “1m2 por las playas y los mares”. El objetivo es mantener costas limpias y analizar el impacto de los residuos en los ecosistemas marinos.

Los datos recogidos entre 2020 y 2024 con la aplicación Marnoba mostraron una “tendencia preocupante” hacia residuos pequeños y difíciles de degradar, especialmente colillas, fragmentos de plástico, tapas, bolsas y otros objetos. Según la organización, estos residuos afectan la fauna marina y su hábitat, por lo que “es urgente reforzar la sensibilización social y adoptar medidas efectivas” para evitar que lleguen a los entornos marinos.

Durante la edición de 2024, más de 5.000 voluntarios retiraron 2,8 toneladas de residuos en 360 puntos costeros y caracterizaron 108.887 objetos. Miguel Muñoz, coordinador del Proyecto Libera, afirmó que “más del 80% de los residuos encontrados en playas y fondos marinos están compuestos por plásticos de un solo uso”. Añadió que esta contaminación afecta la biodiversidad y el atractivo natural de las costas, y que “el compromiso colectivo es fundamental para preservar la salud de nuestros mares”.

Sara Güemes, coordinadora de Libera en Ecoembes, destacó que la presencia constante de plásticos y colillas evidencia el gran reto para proteger los entornos marinos, y reiteró el compromiso de seguir trabajando para mantener las playas y mares libres de basura. Además, resaltó la importancia de la ciencia ciudadana para obtener datos precisos que ayuden a diseñar políticas más efectivas de conservación.

La iniciativa busca fomentar la participación activa de la sociedad y sensibilizar sobre el impacto de los residuos, motivando a un cambio real en hábitos y comportamientos. También se enfatizó que la correcta caracterización de los residuos es “clave” para entender su origen y evitar su llegada al mar.

Finalmente, todos los datos recopilados se integrarán en la base de datos del Ministerio para la Transición Ecológica, contribuyendo a un seguimiento continuo y una mejor gestión ambiental. Esta labor conjunta refuerza la necesidad de que autoridades, empresas y ciudadanos actúen con responsabilidad para garantizar la protección a largo plazo de los ecosistemas marinos y costeros.