La farmacia, un relevante agente en la lucha contra la depresión

Este lunes, 13 de diciembre, se conmemora el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión, una de las enfermedades mentales más frecuentes y extendidas entre el conjunto de la población. Si hace años cualquier afección de la mente era considerada un tema tabú, hoy la agenda social y política ha situado la salud mental en su centro de acción. Aun a pesar de ello, todavía en la actualidad la depresión arrastra un enorme estigma social y personal y esto es algo que dificulta, en muchas ocasiones, su detección precoz.

Cuando hablamos de depresión, nos referimos a un trastorno emocional que causa sentimientos de tristeza constantes y pérdida de interés a la hora de realizar diferentes actividades. Pero la depresión no solamente produce síntomas emocionales, sino también cognitivos, físicos o conductoriales tales como irritabilidad, llanto o aislamiento social.

En el conjunto de nuestro país se calcula que más de tres millones de personas conviven con esta enfermedad. Entre un 8% y un 15% de la población la sufrirá a lo largo de su vida y es susceptible de afectar a cualquier persona. Las estadísticas, no obstante, demuestran que la tasa de incidencia es mayor entre las mujeres que entre los hombres. Si bien, también se calcula que hay un alto porcentaje de personas deprimidas que no están diagnosticadas y que puede alcanzar a la mitad de la población que la padece.

Sensibilización

La jornada de hoy se ha instaurado para sensibilizar, concienciar y poner de manifiesto la relevancia de la prevención y la búsqueda de ayuda profesional para quienes padecen esta dolencia. Como agentes sanitarios clave dentro del sistema que somos, los farmacéuticos ourensanos queremos reivindicar nuestro firme compromiso en la lucha contra la depresión, especialmente en la detección temprana, en el apoyo a los pacientes durante su tratamiento y en la concienciación y sensibilización social.

Las farmacias comunitarias somos los centros sanitarios más cercanos y accesibles a la población, tanto por nuestra proximidad geográfica como por nuestros amplios horarios de atención a los usuarios. Nuestra proximidad a nuestros pacientes significa en muchos casos conocer su entorno familiar, social o laboral y es ahí donde se nos brinda la oportunidad de contribuir a la prevención y detección precoz de la enfermedad y de sus posibles recaídas.

Falta de adherencia al tratamiento

Al igual que en otras enfermedades crónicas, la falta de adherencia al tratamiento o el hecho de que el paciente no siga las indicaciones y lo abandone antes de tiempo, constituyen problemas que pueden retrasar la mejoría de los afectados. Sin adherencia, sin seguir las recomendaciones acordadas a la hora de tomar los fármacos necesarios, la eficacia terapéutica se desploma. En la depresión, se estima que un 60% de los pacientes no se adhiere correctamente a su tratamiento.

Por eso, los sistemas personalizados de dosificación (SPD) y la atención farmacéutica son elementos básicos para paliar esta cuestión. Los farmacéuticos ourensanos podemos mejorar la efectividad del tratamiento, aumentar la seguridad de la medicación, favorecer el control de la enfermedad, reforzar el conocimiento de la patología y la terapia y reducir el gasto sanitario en relación a esta patología, entre otras cuestiones.

Es importante que los afectados se sientan apoyados, escuchados y comprendidos, y la farmacia comunitaria pone al paciente en el centro de sus prioridades.

Así es como entendemos nuestra profesión, desde la óptica de una atención altamente personalizada y centrada en el usuario de la oficina de farmacia.