Mariela Garriga, actriz muy del horror y cero horrorosa

Conoció a Tom Cruise tras una vigilia de 47 horas, se sentó en su tráiler y pensó (quizá no con estas palabras, pero en esencia): “Hola colega”, o “¡asere qué bolá!”, como se diría en su tierra. La naturalidad de su actitud, su calidez y su indudable esfuerzo para preparar una prueba en un vuelo nocturno Nueva York-Londres, le valieron el papel de Marie en Mission Impossible 7. En 2025, repetirá con el galán del cine de acción americano en la última entrega de la saga y esta semana está por Madrid para la premier de su última película, Maleficio, La regla de Osha, terror español dirigido por Ángel González.

Bellísima por fuera, Mariela Garriga transmite esmero por las cosas bien hechas, cortesía y cierta inocencia. Cubana de nacimiento, un poco italiana y un poco de Los Ángeles, es la nueva actriz del momento. “¡Te metí en una frase palabras de tres idiomas!”, se lamenta a la par que se enorgullece. Y no es para menos, su dicción en otros idiomas hace pensar que viene hablándolos de cuna. El secreto de su éxito: los pies bien plantados en la tierra y un no parar de enlazar proyecto tras proyecto.

Soy muy miedosa aunque me gusta el género de terror, tengo muchos sueños lúcidos y también escribo sobre ellos

Pregunta.¿Cuál ha sido el principal reto como actriz en esta película que estás presentando?

Respuesta.Soy muy miedosa en la vida real… cuando llegaba sola a dormir en mi habitación tenía que esforzarme por desconectar… también tratar el tema del suicidio… me parece muy delicado… la responsabilidad hacia las familias que hayan podido vivir esta experiencia me preocupaba… pero el terror me gusta, aunque lo veo con mi marido, no sola. Me fascina ese efecto químico de que te asustan, y después te relajas… además son películas divertidas porque todo el mundo se pone muy alerta y se juega mucho en el set…

P.¿Quién es Mariela Garriga?

R.Creo que soy luchadora, positiva… y una persona de retos. Soy curiosa y me gusta aprender muchísimo. Mi vida está marcada por una enfermedad que tuvo mi madre cuando tenía doce años, que le impidió caminar durante dos años y eso me hizo madurar muy rápido. Me hice cargo de mi hermano pequeño, de la casa… fue un momento difícil, pero que enseñó a ser disciplinada y no tomar nada a la ligera. A los dieciocho años me fui a Italia a trabajar como modelo, y de allí salté a la interpretación.

P.¿Cómo fue ese contraste entre el mundo capitalista y la burbuja cubana?

R.Cuando tú naces en esa realidad y no conoces otra cosa, sin internet… pues a pesar de las mil necesidades, lo vives de otro modo. Yo fui una niña feliz a pesar de que a veces la casa se estaba cayendo… yo no sentía ese peso… los padres de algún modo esconden los problemas… crecí con mis primas… mi familia sigue allí, pero gracias a mis tres ciudadanías mi madre viene a visitarme… aunque no te voy a negar que mi sueño es que estemos todos cerca porque llevo dieciséis años separada de ellos…

P.¿Por qué el salto a los EEUU?

R.Me fui a Nueva York a formarme como actriz de teatro, pero tras tres años, y una tormenta de invierno en la que se me congeló la mano por darle de comer a una ardilla, decidí que quizá sería buena idea mudarnos a Los Ángeles…. ¡Tengo un alma tropical!.

P.¿No te da vértigo tu ritmo laboral tan frenético de estos últimos dos años?

R.Soy muy hiperactiva… escribo también, en un año empezaré a producir mis bebés literarios, me pongo también de productora… hice un documental con Gabriel Beristáin sobre la protección de animales en peligro de extinción… quiero tener la conciencia tranquila de que algo aporto, dado que tengo una voz.

P.¿Y qué opinas de las mujeres y la imagen en el mundo de la interpretación?, ¿cómo te gustaría envejecer como actriz?

R.Respeto a cualquier persona que quiera lucir más joven, ese deseo… pero en mi caso yo quiero envejecer natural, me dan mucho miedo las agujas… pero además creo que en ese proceso la familia y las buenas personas que te rodean son las que te dan esa longevidad vital… y como actriz me gustaría hacer personajes que se correspondan con esa edad que estoy viviendo y traer también un poco de mi experiencia en ese momento.

P.¿Cómo recuerdas tu pasado en las pasarelas?

R.El mundo del modelaje me dio una oportunidad laboral, y hoy reconozco que ahora me encanta la moda y el glamur, pero en el pasado lo sufrí bastante, porque te sientes un poco objeto… que si ponte aquí, cámbiate ahora, pasa frío allá… no todos los equipos te cuidan, porque lo importante no es la modelo, sino el producto. En el cine es otra cosa, te escuchan, o por lo menos los directores con los que yo he trabajado, aportas tu opinión… te compran muchas cosas… y lo que no te compran… pues haces paz con ello.

P. Por último… ¿Qué le pasan a esas piernas cuando de repente las plantas en el camerino de Tom Cruise?

R.Pues mira, para la prueba me avisaron de un día para otro, y era presencial en Londres. Tras un zoom con el director me hicieron ir allí, volé y me estudié el papel durante ese tiempo… estaba tan cansada que lo traté igual que ahora a ti, nice to meet you, y ya me senté y empecé a responder preguntas… solo la experiencia me pareció positiva al margen de cuál fuese el resultado… pasase lo que pasase sería un día que contaría a mis nietos.