Ruth Gabriel: "Ahora las influencers marcan estilos, antes lo hacían las actrices"

Ruth Gabriel (San Fernando, Cádiz, 1975), ganadora de un Goya, es una de los invitados que han pasado en esta 30 edición del OUFF. Traslada su emoción en cada palabra sobre cine, su oficio de la actuación o su libro “Mujeres de cine”.

Pregunta.¿Cómo ha sido su estancia en el OUFF?

Respuesta.Ha sido muy rápida, casi relámpago. Me he quedado con ganas de más, pero fui a hacer cosas muy bonitas. Presenté la gala de inauguración, donde sentí un público muy cálido que consiguió que una gaditana se sintiera en casa. También presenté mi libro “Mujeres de cine” en un evento muy divertido. Me hubiera gustado quedarme más, pero no me da la vida.

P.Su libro trata sobre 30 actrices muy relevantes en la cinematográfia española. ¿Cómo fue el proceso de selección?

R.30 parece mucho, pero con el talento que ha habido, hay y habrá en este país fue muy difícil, incluso doloroso. Cada vez que decides incluir a una dejas fuera a otra. En todas las presentaciones alguien me pregunta por qué no he puesto a cierta actriz. Yo ya sabía que eso iba a pasar, así que lo hice a golpe de corazón, como cuando eliges a un novio. Lo primero que hice fue acotar las fechas: yo nací en 1975 y puse el límite en el 1965, para no acercarme demasiado a mi generación y evitar el conflicto de incluir a compañeras directas.

P.Claro, eso es un tema.

R.Es muy difícil. Además, nos pareció una fecha muy especial porque recogía un momento único en la historia. A partir de ahí los cambios fueron muy rápidos, pero todo lo que esas mujeres aportaron culturalmente para que fueran posibles es fundamental.

P.Entiendo que tiene una conexión personal con ellas

R.Sí. Me hice una especie de test. Pensaba en una actriz y debía acordarme de al menos tres películas, de sus personajes y de por qué me habían marcado. Todas las que aparecen, en algún momento las he imitado o he soñado con ser como ellas.

P.Las actrices son, al final, el rostro de muchas cosas.

R.Claro. Hoy en día las influencers que marcan estilos, modas e historias. Antes lo hacían las actrices. Por ejemplo, en el capítulo dedicado a Sara Montiel cuento cómo enseñaba que se podía ser una mujer sensual sin que pasara nada, que las mujeres podían vivir su sexualidad sin tapujos. Es fascinante que películas suyas pasaran la censura.

P.¿Cómo le gustaría que escribieran sobre usted en el futuro?

R.Ni idea, no lo sé. Si rascas en la vida de cualquiera, incluso en la de tu vecina, encuentras cosas fascinantes. Y cuando se descubren, cualquiera puede ser inspiración. Mi propósito siempre ha sido conectar con el ser humano.

P.¿Qué es lo que más le atrae de ser actriz?

R.De pequeña decía que quería ser actriz para vivir en hoteles, pero ahora me muero por estar en el sofá de mi casa. Aunque sí había algo importante en esa idea. En el recreo, cuando otros decían que querían ser profesores, bomberos o policías, yo pensaba que como actriz podía ser todo eso y mucho más. Con los años descubrí que cada personaje me obliga a aprender algo nuevo sobre las personas, y eso me parece bellísimo.

P.¿Los directores saben dirigir actores?

R.Hay de todo. Incluso entre los que saben hacerlo, cada uno tiene su forma. También influye la química. Es un trabajo tan a flor de piel que a veces no depende del talento ni de las capacidades, sino de cosas muy sutiles.

P.¿Hay algún trabajo al que tengas especial cariño?

R.Qué bonita pregunta. Por supuesto “Días contados”, que es la película que me parió. Pero también una película muy pequeña, casi desconocida, que se llama “Un paseo por el Borne”, sobre el descubrimiento del amor por el cine. He hecho de todo, pero nunca me había pasado que, tras una proyección, la gente viniera a abrazarme para darme las gracias. Es una película preciosa, que llega al corazón de una manera salvaje.