La escasez de vendimiadores en Valdeorras obliga a recurrir a cuadrillas
VENDIMIA EN OURENSE
Las bodegas contratan grupos de peones, en su mayoría sudamericanos y subsaharianos
A escasas semanas del inicio de la vendimia en Valdeorras, bodegas y viticultores se enfrentan a una falta de vendimiadores que en la mayoría de los casos les obliga a recurrir a cuadrillas traídas de otros puntos del Estado. El problema no es solo valdeorrés y también se da en las otras denominaciones de origen de la provincia, al igual que en la vecina comarca berciana. “Es difícil conseguir gente y se recurre a empresas de servicios”, comentó José Ramón Rodríguez Castellanos, presidente del Consello Regulador de la D. O. Valdeorras.
Las cuadrillas están formadas fundamentalmente por trabajadores llegados desde Sudamérica y subsaharianos. Con un número que se sitúa en torno a los nueve operarios, llegan a tierras ourensanas procedentes del sur, de autonomías como la murciana o la andaluza, después de trabajar en otras campañas, como la de la fresa. “Aquí no se encuentran cuadrillas”, apuntaron en el sector vitivinícola valdeorrés.
En Valdeorras, las estimaciones sobre la necesidad de mano de obra para realizar la vendimia estiman en más de un centenar de personas las que precisan los productores para la recogida de la uva. Pero el problema va a más, debido a la cada vez menor oferta local de trabajadores, pero también al aumento de la superficie de viñedo derivada de las nuevas plantaciones.
Vendimia sin estudiantes
Son varias las causas que se conjugan a la hora de provocar esta falta de personal. Si hasta no hace muchos años los estudiantes aprovechaban la vendimia para conseguir unos ingresos para cubrir los gastos del curso, el adelanto del inicio de las clases impide a muchos de ellos dedicarse a esta tarea.
La jubilación de muchas de las personas que antes se ayudaban unas a otras en estas labores, en un trabajo de buena vecindad, o el temor a ser multados también supone un importante freno en la búsqueda de personal.
Hay dos formas de pago a las cuadrillas: por jornal y por kilos de uva recogidos. Los contratantes agradecen la profesionalidad de estos temporeros, pero también que la contratación de cuadrillas les evite los sinsabores del papeleo y los trámites burocráticos que conlleva la incorporación de trabajadores para la vendimia
Monterrei, con mano de obra de Portugal
En Monterrei, Jonatás Gago, presidente del Consello Regulador, afirma que la ventaja que tiene esta D.O. respecto a otras, es la “creciente mecanización, grazás á reestruturación dos terreos, o que permite o emprego da vendimadora, que traballa 24 horas e garante xa este labor nunha parte importante de viñedos”. Gago reconoce que existe escasez de temporeros, y que todas las zonas vitivinícolas compiten entre sí para atraer a estos trabajadores. Otra ventaja competitiva a destacar de la D.O. Monterrei es su cercanía con Portugal: “Temos moitos traballadores que veñen do norte do país veciño traballar aquí porque estamos ao carón, na mesma fronteira”, concluye.
Algunas bodegas de O Ribeiro iniciaron los contactos para contratar temporeros, encontrándose un año más con dificultades. Una buena parte recurre a empresas de servicios que les facilitan brigadas, la mayoría integradas por inmigrantes de Sudamérica y también del Este de Europa. “Es difícil encontrar gente disponible y que reúna el perfil adecuado”, señala el “colleiteiro” Alberto Úbeda. Se refiere a gente que no cobre pensión, con cierta fortaleza física y también con experiencia en la vendimia para evitar daños en las cepas.
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