El incendio de Valdeorras, el tercero más grande de la historia de España

La provincia continúa mirando al cielo esperando la lluvia, que se prevé llegue a partir del domingo, mientras los efectivos siguen luchando contra seis incendios que permanecían activos al cierre de esta edición. Las nuevas estimaciones de la Xunta elevaron la superficie quemada en Ourense a 87.377 hectáreas, lo que implica un ascenso de 15.040 respecto a las estimaciones del día anterior. De esta manera, la superficie total calcinada en la provincia asciende al 15% de su terreno forestal.

Este aumento se explica por la aproximación de nuevas estimaciones por parte de los organismos oficiales, es decir, no significa que estas hectáreas se quemasen en la jornada de ayer, en la que, de hecho, la situación estuvo mucho más calmada que en días anteriores.

De hecho, el número de fuegos activos se redujo de ocho a seis, tras declararse estabilizados los dos que permanecían activos en el municipio de Vilardevós.

El incendio de Valdeorras, iniciado en Larouco, rebasa ya las 30.000 hectáreas en territorio gallego, y sería ya el tercero más grande jamás registrado en España, ya que habría que sumar también varios millares de hectáreas calcinadas por el mismo en la comarca de El Bierzo (León), a la que se adentraron las llamas desde suelo ourensano.

Según datos de Copernicus, el sistema de observación satelital de tierra de la Unión Europea, teniendo en cuenta las hectáreas quemadas en el territorio de Castilla y León, los datos superarían las 33.000 hectáreas, solo por detrás de los incendios de Zamora de este año y de 2022.

También aumentó la superficie calcinada en el incendio originado en Chandrexa y que afecta al Macizo Central, hasta llegar a las 19.000, mil más. En la joranda de ayer, este fuego impactó especialmente en Vilariño de Conso, donde a última cercaba el embalse de Portas, el más grande de la provincia.

El fuego que afecta a la comarca de Monterrei, elevó la superficie calcinada en la jornada de ayer a 17.000 hectáreas, dos mil más que las comunicadas el día previo. Seguía activo el de Carballeda de Avia.

Por otra parte, en la jornada de ayer cobró especial relevancia el incendio que afecta a Pena Trevinca, que entró hace días a Ourense proveniente de Zamora, pero que en las últimas horas devoró la zona más alta de la provincia con especial virulencia, hasta calcinar más de 2.000 hectáreas. Este fuego comenzó en Porto, localidad de la vecina comarca de Sanabria, donde obligó a evacuar a miles de vecinos. Con el cambio de viento, ayer avanzó con mucha fuerza en la parte ourensana de esta sierra, y se llevó por delante todo el entorno de enclaves como la Lagoa da Serpe o Pena Negra. Este incendio también acechó el bosque más antiguo de Galicia, el Teixadal de Casaio, aunque los vecinos consiguieron mantenerlo a raya. El fuego caminaba ayer en dos direcciones, un frente hacia el propio Casaio (Carballeda de Valdeorras) y otro hacia A Ponte (A Veiga).

En cuanto a la afectación de los incendios en las vías de comunicación, ayer estuvo cortada la AG-31 a su paso por Celanova debido a un conato iniciado en A Merca, mientras se recuperó, tras una semana, el AVE que conecta con la Meseta.

Situación "más calmada"

La jefa de servicio de prevención de incendios forestales en Ourense, Sandra Martínez, cree que la situación está “mucho más calmada”. En cuanto al perimetraje, apuntó que “avanza de forma positiva, pero lenta”, debido a la gran superficie de los fuegos. “Para conseguir cerrarlos va a llevar bastante tiempo”, advirtió.

Martínez avanzó que los incendios que los focos que más preocupaban ayer estaban en Vilariño de Conso y Pena Trevinca, aunque incide en que en general “la evolución de todos es muy positiva”.

Todavía permanecen en el Centro Hospitalario de A Coruña (CHUAC) ingresados cuatro brigadistas lesionados en el incendio de Oímbra, uno de ellos de 18 años que continúa en la Unidad de Cuidados Intensivos con más del 50% de su cuerpo quemado.

Por otro lado, el próximo domingo existen posibilidades de que por fin llegue la lluvia y lo haga con continuidad durante toda la siguiente semana. A pesar de esto, Rafael Sánchez, meteorólogo de Aemet en Galicia, es todavía cauto: “Existen posibilidades de que existan precipitaciones generalizadas en toda Galicia, pero todavía nos separa el suficiente tiempo para asegurarlo”. Hace más de un mes que lo hizo por última vez.

Sánchez explica que este verano está resultando mucho más cálido de lo habitual, destacando un mes de agosto con las temperaturas extremadamente altas y ausencia general de precipitaciones.