Patrullando por la naturaleza con los Ecovigilantes
Salen cada semana con una misión clara: dejar las calles de Ourense impolutas, limpias de colillas, de restos de plástico y demás residuos que van quedando en parques y ríos, concienciando sobre la necesidad de mantener limpio el entorno. Pinzas y bolsas en mano, la patrulla escolar más ambiental de la ciudad vuelve un año más a la carga para asegurarse de que la contaminación y los residuos no se convierten en dos vecinos más de las calles.
Son los Ecovigilantes de Franciscanas, alumnos de Educación Secundaria que un año más suman a su formación la asignatura que les lleva a desplegar por Ourense todo su abanico de acciones de protección medioambiental.
“Móllate polos ríos", “1m2 por la naturaleza" o “Clases sen fume” son algunos de los programas en los que participan cada curso. Ni siquiera la pandemia fue capaz de interrumpir la defensa acérrima de los ríos y parques ourensanos, si bien este año la normalidad les permite mezclarse diferente cursos en cada actividad.
Por delante, tienen meses de mucho trabajo: recogida de tapones con fines solidarios, la eliminación de colillas de las calles o la instalación de casas nido para darle un nuevo hábitat a los pájaros que viven en el casco urbano. Porque ser ecovigilante es un trabajo que nunca descansa y que los alumnos de Secundaria de Franciscanas asumen con toda la ilusión.
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