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SEGUNDA VICTORIA
Decía el presidente del Oviedo, Fernando Villabella, durante la semana que espera jugar la próxima temporada en el Palacio de los Deportes. Si es así el COB se despidió de Pumarín con una victoria sin discusión. No volverá a una cancha de la que, como casi todos, ya ha salido trasquilado en visitas anteriores y que se ha hecho famosa precisamente por la atmósfera que crea y por lo difícil que es salir de ella con la victoria en el zurrón. Allí quizá no se decidan los campeones ni juegue un equipo favorito al ascenso, pero ganar en Oviedo es cosa seria.
Y el COB lo hizo demostrando carácter y jugando muchos minutos a lo que quería ante un rival que le puso mucho físico para tratar de romperle el ritmo. Le funcionó en un primer cuarto con más choques y tiros libres que juego y brillo (16-15), pero de ahí en adelante el partido fue de los de Moncho López.
El equipo ourensano se mantiene invicto y recibirá la próxima jornada en el Pazo al Cantabria como líder de la liga
Ben Krikke había sido el más destacado en el primer cuarto e Ignacio Rosa y Javi López arrimaron el hombro cuando cada canasta era un sufrimiento. Pero poco a poco el COB fue jugando mejor, corriendo más y teniendo más equilibrio. A la que metió algún tiro de fuera el ritmo anotador fue otro. Primero clavó un parcial de 1-11 para asentarse en la delantera (23-29) y ya no la soltaría.
Diogo Brito empezó a aparecer en todas las partes del campo y el partido se fue al descanso con el guion marcado y menos renta de la que incluso merecía (30-35).
La teoría estaba clara y nada más salir del vestuario lo plasmó sin dudar. Aanen Moody, que solo había jugado dos minutos tras cometer tres faltas de debutante, se alió con Ben Krikke para martillar una y otra vez el aro. Cada ataque era canasta y el Oviedo no tuvo ni juego ni referentes para seguir ese ritmo (39-52).
Sin quererlo encontró la forma. Incómodo por la diferencia en el marcador se crispó con los árbitros y a toque de silbato el partido se paró. El COB perdió la concentración y apareció Hutchinson para apurar las opciones locales con un cuarto por jugar (50-58).
Todavía se apretó más el marcador tras cuatro minutos sin puntos ourensanos (56-58). Hasta que apareció Diogo Brito.
El escolta portugués ejerció de capitán haciendo de líder. Rompió el parcial desfavorable (11-0) con un triple y le añadió dos más para silenciar Pumarín (58-68). Entre la omnipresencia de Ben Krikke, la solidez de Samu Rodríguez y Unai Mendikote y algún detalle final de calidad de Rafa Lisboa se firmó un expediente que confirma la nota del equipo en este inicio de temporada.
El sábado recibirá al Cantabria y es imposible pronosticar si retendrá el liderato, pero lo que es indiscutible es que a este COB merecerá la pena ir a verlo.
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