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QUINTA VICTORIA
Quinta victoria en seis partidos del COBen su excelente comienzo de temporada en la segunda división del baloncesto español, con una contundencia que anima a algunos entusiastas a mirar un poco más allá de las previsiones del comienzo.
El equipo entrenado por Moncho López tenía unas cuentas pendientes que solventar con el Pazo. Primera y fundamental, recuperar sus señas de identidad en el juego: intensidad, cooperación, velocidad, generosidad y valentía de cara al aro. Contra el Morón -el otro club de Sevilla y debutante en la liga- se recuperó esa sensación de orquesta de los primeros partidos, con Moncho Von Karajan dirigiendo desde el banquillo.
Otra cuestión era recuperar a jugadores clave, con bajo rendimiento y malas sensaciones en las últimas citas. Sin cuajar un gran partido, Rafa Lisboa mostró síntomas de mejoría en dirección y anotación durante su mayor parte. Aanen Moody comenzó tímido, sin acaparar más de lo necesario; si bien terminó ametrallando el aro rival y pidiendo más balas. Dos piezas necesarias cuando la orquesta tenga que interpretar sinfonías más complicadas.
Estuviesen mejor o peor, no habría mayor problema. En el puesto de base, Javi López está más dulce que un flan de caramelo, anotando, dirigiendo y asistiendo. En el puesto de escolta -o lo que se precise- Martín Fernández se encuentra en ese punto en el que todo lo que lanza entra por el aro. Podría hacerlo a ciegas, de espaldas o con los pies. Ayer fueron 11 puntos en apenas 13 minutos. Incluidos los seis últimos del tercer cuarto.
Y por si fuese poco arsenal, aparte de contar con el mejor diésel de la Liga -el portugués Diogo Brito- el COB añadió al mejor Sergio Rodríguez. Uno de esos tipos que no joga bonito, ni salta, ni baila; pero que cuando decide dominar el partido, no hay quien lo pare. Ayer 17 puntos y cuatro triples. Que ningún equipo se fije en él hasta el final de temporada.
Al COB le llegó con recuperar su estilo para dominar primero, mantenerse después y pasar el rodillo en el último cuarto. Vale que el Morón es el colista, pero su nivel físico es imponente y, si dispone de paciencia y ese factor tan caprichoso llamado fortuna, puede crecer en el futuro y ser un rival terrible en la segunda vuelta.
El equipo ourensano se despegó desde el comienzo -19-6 en los seis primeros minutos- y siempre mantuvo la ventaja, pero cierto es que sufrió cuando Romaro Gill y sus gadgetobrazos no protegieron el aro local. Krikke, aquejado del ‘jet-lag’ por un triste viaje familiar, se vió con muchos problemas contra tipos tan grandes como Badji o Duke. Las pequeñas aproximaciones en el marcador del Morón siempre coincidieron con el jamaicano en el banquillo.
Cuando Gill pisó el parquet, el rival siempre dudó o escapó de su presencia. Es una gran noticia para el COB, porque el Romaro del presente es mil veces mejor que el del pasado. También es el síntoma de las limitaciones que este equipo sufrirá cuando se enfrente a los grandes dinosauros de la Liga.
Cerrada la primera parte en 20 puntos de diferencia -52-32- en la segunda se supo y pudo mantener la concentración y la intensidad. Se afrontó con criterio el recurso visitante de la defensa zonal y se repartió juego y protagonismo hasta el final del encuentro. Una vez más Moncho López rotó con fluidez una plantilla de 11 jugadores y regaló minutos a Nico Lagares.
El Pazo registró una notable asistencia, contando la coincidencia con el puente festivo. Y pide mayores retos. Hasta que ese momento llegue, disfrutemos del presente, porque el club cobista se despierta hoy en cabeza de la Primera FEB. Y porque los momentos de felicidad en competición -y en la vida- suelen ser efímeros. Las terribles inundaciones de Valencia y alrededores nos lo recuerdan. No faltó el minuto de condolencia en antes del salto inicial. El Castelló espera al COB la próxima semana.
Club Ourense Baloncesto: Brito (13), Moody (17), Mendikote (4), Libos (8) y Gill (10) -cinco titular- Rodriguez (17), López (12), Rosa, Fernández (11), Paz (3), Krikke (4) y Lagares.
Naturavia Morón: Duke (10), Kouadio (12), Marín, Tumba (2) y Mack (1) -cinco titular- N’Madi (10), Jiménez (12), Santana (2), Tamba (4), Badji (13) y Parejo.
Árbitros: Germán Morales, Rodrigo Palanca y Miquel Remisa.
Incidencias: Rondando los 3.500 espectadores en el Pazo.
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