DERROTA EN EL PAZO
El Gipuzkoa es tóxico para el COB (77-89)
Un 5 de mayo de hace unos años (no doy más pistas) nació mi hermano pequeño. Así que hoy (por ayer) es su cumpleaños y, como todos los últimos desde que me dedico al basket, no podemos celebrarlo juntos.
Pensando en qué escribir y coincidiendo con este evento, he empezado a recordar todas las que hemos liado juntos, porque Javi -ése es mi hermano ya que yo me llamo Gonzalo, aunque también me conocen por Gon, Gonza, coach, mister o "desgraciao vete pa tu casa"- y yo hemos compartido habitación toda la vida, menos un periodo de dos años en los que mis padres, por su salud, decidieron separarnos. En ese tiempo hemos desarrollado historias que bien podrían ser llevadas a la pantalla por cualquier director de prestigio, representados por Brad Pitt y George Clooney, haciendo de niños de 10 y 12 años, como pasaba en "Al salir de clase" donde los alumnos de instituto vivían emancipados en sus propias casas con un mueble bar que ni la Casa Blanca.
Muchas de esas aventuras ocurrían por la noche, cuando nos metíamos en la cama y mis padres podían disfrutar de un rato tranquilos en el sofá, cenando y viendo una película, ¡alguna de dos rombos! Recuerdo que en ese momento teníamos varios juegos. Especial sobre los demás era el bobsleigh, subidos en la cama, usando una almohada como trineo y haciendo las curvas de derecha a izquierda hasta caernos contra el hueco de una cama o empotrarnos con el armario por el otro lado. Era apasionante, pero con la repetición el peligro aumentaba, por la sangre o porque el ruido atrajera la figura paterna.
Recuerdo que una noche decidimos ir gateando hasta el cuarto de la tele para hacer que espiábamos a nuestros padres y, al oír ruido, huíamos corriendo a nuestras camas, que eran de esas que se suben y se bajan, y saltábamos a oscuras sobre ellas para meternos dentro. Hasta ahí todo salió bien, el problema apareció al escuchar un sonido tremendo y unos gritos del pequeño… Se le había olvidado bajar la cama y se había lanzado al vacío con la mala suerte de que la cabeza se le quedó enganchada entre la pared y el mueble.
Por eso, cuando me animan a que vaya a por el segundo y viendo que la niña se parece al padre, junto a la posibilidad de que el que venga se pareciera a mi hermano, hace que esa pareja te dé un pánico especial.
Contenido patrocinado
También te puede interesar
DERROTA EN EL PAZO
El Gipuzkoa es tóxico para el COB (77-89)
DEPORTE Y DIVERSIÓN
Galería | El Pazo se llena de Navidad en la primera derrota del COB como local
PRIMERA DERROTA EN EL PAZO
El COB paga carísimo un mal primer cuarto ante un Gipuzkoa muy acertado (77-89)
Lo último
PROPUESTAS INTERNACIONALES
Allariz selecciona los mejores jardines para su edición más libre
SEGUNDA FEDERACIÓN
La UD Ourense quiere acabar el año con victoria
La Región
Tiranías
La Región
Escola do rural e infancia