Que Sevilla tenga un color especial

PRIMERA FEB

El COB visita a un Betis intratable como local con el objetivo de reivindicarse en plena mala dinámica y regresar a Ourense con un triunfo de peso 

Los jugadores del COB se ejercitan durante una sesión de entrenamiento en el Pazo.
Los jugadores del COB se ejercitan durante una sesión de entrenamiento en el Pazo. | Marcos Atrio

No es un viernes cualquiera para el COB. El equipo ourensano tratará de curar sus heridas en el duelo ante el Betis, que se disputa en tierras sevillanas. Un reto de nivel. Los cobistas llegan en plena montaña rusa de emociones. El descalabro de Morón dejó paso a una muy meritoria actuación ante el Obradoiro. Pero el resultado fue el mismo, una derrota. Y son ya nueve en los últimos 10 partidos. ¿Todas iguales? No, pero todas derrotas. Así que acuden a la cita con ganas de reivindicarse en una pista que lleva casi un año sin ver perder a los suyos. Meter en la maleta una victoria y una dosis de moral que aleje fantasmas y dudas.

Acude con todo el COB. Rafa Lisboa se perdió el último encuentro y Romaro Gill tuvo una presencia testimonial. Base y pívot están recuperados y disponibles para esta noche. Plantilla al completo tras una semana de intenso trabajo dentro y fuera de la pista. Los ourensanos vuelven a tener enfrente a un equipo de los nobles de la categoría, y contra los que tienen esa etiqueta fue ante los que mejor jugó. Para ello, tiene claro cuál debe ser el plan de partido. Evitar las pérdidas de balón está marcado en rojo. Han aumentado exponencialmente en los últimos partidos, dejando sin fluidez el ataque y haciendo pagar un peaje muy caro a una defensa que tendrá que dar ese paso adelante. La presencia de Gill ayudará a proteger una zona que, sin el jamaicano, tiene momentos de debilidad si el rival tiene poderío físico en la zona.

Además, ante el Betis, será necesario que jugadores importantes recuperen el “toque”. El propio Rafa Lisboa, Sergio Rodríguez o Marvin Ogunsipe tienen, cabeza, piernas y muñecas para hacerlo, como dejaron constancia hace no tanto tiempo. El partido de la primera vuelta ante el Betis, allá por diciembre del pasado 2024, deja claves a repetir y elementos a corregir.

Al otro lado, los béticos llegan sin tantos focos como tenían en el verano. El nivel del Burgos, los refuerzos del Obradoiro o el cambio de timón del Estudiantes les han relegado en los titulares. Pero ahí están, en la cuarta plaza, y con una trayectoria muy sólida pese a los dimes y diretes. En gran parte, por su solidez como local. Los sevillanos llevan casi un año sin perder en su pista, desde abril de 2024. Demasiados meses como para que sea una casualidad.

Tienen a Mark Hughes en estado de gracia, siendo mucho más que un jugador de “highlights”. La calidad y los galones de Benite, la dirección de Renfroe o lo que aportan unos secundarios que serían actores principales en buena parte de los equipos de la categoría, les hace ser letales ante cualquier fallo. Al mando, Gonzalo García de Vitoria, historia del cobismo.

Un partido para dar la talla. La exigencia es máxima, como también lo es la recompensa. El COB quiere volver a sonreír y, hacerlo a orillas del Guadalquivir, no parece una mala opción.

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