El vecindario acordó iniciar los trabajos por su cuenta ante la falta de ayudas de lMedio Rural
La crisis parece que aprieta en Xinzo de Limia y la falta de ayudas para adecentar las pistas de la concentración parcelaria en la localidad de San Pedro de Laroá llevó a los vecinos a tomar la iniciativa y utilizar los tractores, apisonadoras, palas y rastrillos para mejorar cada uno de los viales que dan acceso a sus fincas con sus propios medios.
El vecindario celebró en la noche del viernes una reunión abierta en la que se decidió que el mejor día para iniciar los trabajos sería la jornada siguiente (ayer sábado). Así, a las 09,00 horas, un representante de cada casa se personó en la plaza del pueblo dispuesto a poner su grano de arena. En total, eran sobre cincuenta personas, la mayoría hombres, dispuestos a realizar ellos mismos lo que llevan años reclamando a la Administración autonómica. Al frente estaba el primer teniente de alcalde de Xinzo y vecino de la localidad de San Pedro de Laroá, Manuel López Casas, que se sumó a los trabajos, rastrillo en mano, como uno más.
El político local recordaba que hace unas semanas la Consellería de Medio Ambiente renovó parte del firme de la carretera OU-304, que enlaza Xinzo y Baltar . "Cando vimos que estaban arrancado o vello asfalto para poñer outro novo, vimos a nosa oportunidade para arranxar as pistas agrícolas, polo menos tapar os buratos máis grandes", apuntó López Casas.
La mejora de la citada carretera la realizó la empresa ourensana Extraco y los vecinos solicitaron al encargado de la constructora el asfalto que estaban arrancado. "Iban a tirar con él, levalo para unha planta de tratamento, pero nós podíamos darlle un mellor uso", añadió López Casas.
La empresa cedió el material gratis y los operarios lo acumularon en una plaza del pueblo, donde permaneció hasta ayer que fue empleado en adecentar las pistas agrícolas.
Para agilizar la tarea, los 50 vecinos se repartieron en varias brigadas. Unos cargaban o recogían el alquitrán y los cargaban en tractores, que, acto seguido, circulaban en dirección a las pistas a adecentar, donde lo iba esparciendo al tiempo que otros vecinos lo extendían.
Después, una apisonadora extendía de forma uniforme por la superficie. "Son pistas costruidas hai máis de 40 anos e é normal que estean deterioradas", afirmaba López Casas, recalcando que nunca se debía perder la tradición dos "concellos veciñais para facer traballos comunitarios".
