SOCIEDAD

"Pepo", de un niño de cuatro años, gana la Carrera de Caracoles de Tricio

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photo_camera En este particular rally, en el que este año han participado 72 moluscos con otros tantos niños.

Pedro Ibáñez ha ganado con su caracol la XXXIX Carrera de Caracoles de Tricio tras recorrer 130 milímetros mientras el animal arrastraba una lata de pimientos de 230 gramos

El caracol "Pepo", propiedad del niño riojano de cuatro años Pedro Ibáñez, ha ganado hoy la XXXIX Carrera de Caracoles de Tricio (La Rioja), tras recorrer 130 milímetros mientras arrastraba una lata de pimientos de 230 gramos durante cinco minutos.

El frontón de esta localidad, que celebra las fiestas en honor a San Bartolomé, ha acogido este particular rally, en el que han participado 72 moluscos con otros tantos niños.

La carrera de caracoles es uno de los principales actos que se celebran en las fiestas de Tricio, el municipio "caracolero" que tiene en su tradición, desde hace siglos, degustar estos 'animalitos' que se recogen en sus huertas.

De hecho, hoy también se ha realizado una degustación multitudinaria, coincidiendo con la carrera.

Esta particular competición se remonta a 1986, cuando un ciudadano vasco que pasaba sus vacaciones en Tricio se sorprendió por la fuerza que tenía un caracol mientras arrastraba una alpargata, por lo que propuso organizar una carrera.

Desde entonces la prueba se ha organizado en el pueblo, para curiosidad de todos los visitantes, y desde hace años se ha convertido en una competición entre niños del municipio y de otros, o los que pasan las vacaciones en la zona, que acuden ilusionados con caracoles que han recogido en el campo y que entrenan y alimentan durante días.

Así, muchos de ellos llegan a la carrera con sus caracoles en cajas especiales, llenas de lechuga para que se alimenten hasta el mismo momento de la competición.

Pero el comportamiento de los caracoles es totalmente "impredecible" y muchos ni llegan a salir del caparazón en la carrera o en vez de avanzar retroceden, lo que causa un buen número de disgustos y lloros.

Algo que ya tiene prevista la organización, que reparte regalos entre todos los participantes y da trofeos a los cinco primeros.

La competición se disputa en tandas de 12 o 14 caracoles, situados cada uno en una "calle" de una gran tabla de madera; antes de cada "manga" los organizadores pegan al caparazón de cada caracol un cordón unido a la lata de conservas que multiplica por 40 el peso de cada molusco y que deben arrastrar lo máximo posible durante cinco minutos.

Hoy "Pepo", de un niño del pueblo, ha sido el vencedor con claridad, ya que ha sido capaz de arrastrar su lata durante 13 centímetros, dos más que "Trianerito", de una niña sevillana, Victoria Sironi, y que "Solozábal 1", de otra niña de Tricio, Marta Solozábal, que ha sido el tercer clasificado con 10,2 centímetros.

No obstante, el vencedor se ha quedado lejos del récord de la prueba, establecido en 2001 en un arrastre de 26,5 centímetros.

De forma paralela a la carrera se han repartido alrededor de 1.500 raciones de caracoles cocinados al estilo "tradicional" del municipio y para mantener "una tradición que viene desde la época romana", ha explicado a Efe el alcalde del pueblo Carlos Benito.

De hecho, Tricio cuenta con importantes restos arqueológico de la época romana "y en ellos han aparecido restos de caracoles" porque "los romanos tenían ya aquí criaderos de este molusco, que era considerado un manjar".

"Incluso, en los yacimientos se han encontrado vestigios de aquí tenían criaderos de ostras", ha asegurado Benito, quien ha incidido en que "en el siglo XX este fue uno de los primeros pueblos de la zona con regadío y eso también permitió que hubiera muchos caracoles y que fueran los mejores de la zona", ha asegurado.

Diez años antes de comenzar la carrera "ya empezamos a hacer degustaciones de caracoles" que recogían en las huertas, mientras que ahora proceden de un criadero "aunque este año hubiésemos tenido suficientes en las huertas".

No obstante, ahora mismo "tampoco se pueden coger todos los caracoles que se quieran, es algo que puede conllevar una multa", ha advertido.

Benito ha explicado que ante la aceptación que tiene esta degustación pretende que la del año próximo, que será la número 40, entre en el Libro Guinness de los récords como la degustación de caracoles más grande del mundo.

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