Una web, mucho más que un folleto colgado en internet

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photo_camera Tablet digital.

Hoy en día casi todas las empresas y organizaciones tienen presencia en Internet mediante, al menos, una web corporativa y eso damos por hecho los usuarios.

Hoy en día casi todas las empresas y organizaciones tienen presencia en Internet mediante, al menos, una web corporativa y eso damos por hecho nosotros, los usuarios y los clientes actuales y potenciales.

Existe una gran variedad de opciones diferentes a la hora de crear esta página. Lo más habitual es tener una web dinámica basada en un sistema de gestión de contenidos CMS (Wordpress, Joomla!, Drupal, etc.), que no es más que una página en la que, a través de un panel de control de acceso restringido a administradores del sitio, se pueden modificar todos y cada uno de los apartados sin necesidad de conocimientos de programación para actualizar los contenidos, añadir noticias o eventos, productos, etc. lo que redunda en independencia de la empresa desarrolladora.

El diseño suele ser un punto al que las organizaciones prestan una especial atención, ya que debe ser afín al estilo corporativo y agradar visualmente, pero también los servicios o funciones que proporciona la página empiezan a tener un papel protagonista. Es fundamental que el usuario que visita la página se vaya de ella habiendo satisfecho su necesidad de información (o incluso comprado) y en el menor tiempo posible.

Otro aspecto que cobra cada vez más relevancia es la importancia de su posicionamiento en buscadores. De poco vale tener una web preciosa y muy útil si no la ve nadie y, hoy en día, la mayor parte de las visitas suelen venir de los buscadores en general y de Google en particular (en España es el más usado con diferencia).
Por muy sencilla que sea la dirección web de la empresa, muchos usuarios van a terminar abriendo Google y tecleando el nombre, por lo que los potenciales clientes deben poder encontrarla fácilmente en Internet. Para ello es necesario aparecer en la primera página de resultados de los buscadores (idealmente entre los tres primeros y lo mejor es, por supuesto, estar en el primer puesto).

¿Qué hay que hacer para aparecer de primero en Google?

Lamentablemente no hay una respuesta directa y única. Los criterios por los que Google posiciona una web más arriba o más abajo cuando presenta sus resultados están calculados matemáticamente por un algoritmo secreto. Se sabe, eso sí, que valora distintos parámetros (se habla de más de 200) y que éstos varían de vez en cuando (e incluso la influencia de cada uno).

Es muy importante señalar que no es posible pagar (a Google) para aparecer en los primeros puestos. La única manera de estar mejor posicionado es optimizar la web y su entorno de tal manera que cuando Google aplique su algoritmo, obtenga mejor puntuación y por tanto aparezca entre los resultados más destacados. Esta se hace aplicando diferentes técnicas SEO (Search Engine Optimization – Optimización para motores de búsqueda) de manera controlada.

Es fundamental que tanto durante la construcción y diseño de la web como en el día a día, cada vez que se actualiza, se tenga en cuenta y se aplique una serie de buenas prácticas, como utilizar direcciones “amigables”, emplear adecuadamente los textos y las imágenes, cuidar la densidad de palabras clave, los enlaces entrantes y salientes, etc.
Teniendo en cuenta que según datos del INE a finales del año 2014, por primera vez en España hay más usuarios de Internet (76,2 %) que de ordenador (73,3 %), se desprende la importancia que han adquirido las conexiones a través de smartphones, tabletas y otros aparatos. De hecho, también según el INE, el 77,1 % de los internautas accedieron a Internet mediante el teléfono móvil. Estos datos dejan claro que es imprescindible que la página se pueda visualizar bien en este tipo de dispositivos (sobre todo si nuestro público objetivo los emplea), ya que son muy utilizados.

Google, que registra y analiza las webs, y sabe si se ven bien o no en móviles y similares distintos al ordenador, ya ha confirmado que a partir de abril de 2015, la variable “se visualiza bien la página en móviles” va a adquirir mucho mayor peso en el algoritmo.
Aquellas páginas que estén optimizadas para móviles (si se consulta en uno de estos terminales) saldrán favorecidas. Eso no quiere decir que las demás vayan a desaparecer de los resultados: Lo que va a ocurrir es que van a ser parcialmente penalizadas. Es una buena razón para adaptar la web a todos los dispositivos si aún no lo está.
Otro criterio que se sabe que influye en el algoritmo de posicionamiento de Google es el tiempo de carga: cuanto más rápida sea la web, mejor según el buscador por excelencia.
Un factor que no tiene relevancia explícita en Google pero sí afecta directamente a los usuarios es la compatibilidad de la página con los diferentes navegadores. Hoy en día hay muchas alternativas: Internet Explorer en sus diferentes versiones, Firefox, Safari, Google Chrome, Opera, Maxthon, etc.
Es muy recomendable que se visualice correctamente en los principales (y no solo en los más populares en sus últimas versiones), sobre todo si sabemos que los visitantes de la web (nuestro target) los utilizan.
Es un error, si sabemos que un porcentaje importante de ellos navegan con un cierto programa, impedir usar la web con él, ya que estaríamos, voluntariamente, perdiendo audiencia.

Se puede concluir que es fundamental que la web esté diseñada pensando en su público objetivo, más allá de las cuestiones estéticas y operativas, que sea intuitiva (o, al menos, no complicada) y que, desde luego, no es un florero.
No es raro recibir correos o leer anuncios de supuestos profesionales o empresas que garantizan que pueden posicionar la web de número 1 en Google (en muchos casos, sin ni siquiera saber cuál es o su temática). Una pregunta que cabe hacerse ante estas “ofertas” es: Y si se lo ofrecen a todo el mundo, incluida mi competencia, ¿cómo pueden hacerlo? Muy fácil: no se puede. Son la versión del siglo XXI de los vendedores milagrosos de crecepelo.

Lograr que una página salga en las primeras posiciones de Google (incluso la primera página) es el fruto de un trabajo estudiado y conlleva esfuerzo, conocimientos y, sobre todo, tiempo. Ni siquiera un profesional especializado puede estar 100 % seguro de que llegará a lograrlo, ya que depende también de otros factores como qué hace la competencia, por ejemplo.

Es también importante señalar que salir de primero en Google tras realizar una cierta búsqueda, no asegura que mañana siga siendo así. Los buscadores actualizan periódicamente sus algoritmos y, aunque no lo hagan, cada día aparecen innumerables páginas nuevas que pueden llegar a ser más relevantes que la nuestra. Por eso es recomendable que haya siempre alguien de confianza con conocimientos de estos temas de SEO (en la organización o como asesor externo). Posicionar una web es una carrera de fondo, no un “sprint”.

Para promocionar puntualmente un producto, un servicio, la empresa, etc. es posible hacer publicidad en Google (se llama marketing en buscadores SEM - Search engine marketing). Son los enlaces patrocinados que aparecen etiquetados con la palabra “Anuncio”. De manera simplificada se puede decir que, en este caso sí, cuanto más estemos dispuestos a pagar, más arriba aparecerá el anuncio, pero no afectará de ninguna manera a los resultados “normales” (llamados orgánicos) de Google.
Como se ha podido comprobar, una web de éxito es mucho más que un folleto estático publicado en Internet; además del diseño, hay que prestar atención a los servicios que ofrece, a que esté orientada al público objetivo al que se dirige, a que sea compatible con las herramientas que éste utiliza, a que esté bien posicionada en buscadores y a que sea fácil de utilizar. Un combinado de virtudes que hay que tener muy presente para obtener los mejores resultados.

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