CANINOTERAPIA

El trato con los perros como terapia para los discapacitados

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photo_camera El contacto de las personas con perros entrenados para ofrecer su ayuda resulta un buen complemento a tratamientos médicos y psicológicos aplicados a la discapacidad. (EFE)

Un gesto habitual para muchos como puede ser acariciar a un can puede suponer un paso de gigante para una persona con discapacidad intelectual

Un gesto habitual para muchos como puede ser acariciar a un perro puede suponer un paso de gigante para una persona con discapacidad intelectual, como ocurre con las que trabaja la asociación abulense Pronisa, que ha descubierto las ventajas de la caninoterapia para sus usuarios.

Estirar el brazo, acercar una mano al animal o dejar que éste se acerque con una pelota o un aro son tareas que un grupo de usuarios del Centro Espíritu Santo de Pronisa han comenzado hoy a descubrir con ayuda de Lía, una golden retriever de tres años convertida en perro de terapia.

Una decena de personas con discapacidad intelectual y física participan en este taller que se impartirá durante los fines de semana hasta junio y que tiene como protagonistas a un perro y a sus dos cuidadoras, ambas psicólogas, pertenecientes a Curandog, una asociación que desarrolla actividades de terapia asistidas con perros.

La mejora de la calidad de vida y el bienestar de los usuarios que participan en los talleres de caninoterapia es el objetivo de esta asociación que, según ha explicado Rocío Calle, busca proporcionar un ocio terapéutico a través de módulos de psicomotricidad, estimulación cognitiva y sensorial, con la ayuda de perros de terapia.

Para ello, se desarrollan actividades como la que aquí han denominado Juegos Olímpicos, un circuito psicomotor integrado por acciones como coger una pelota y lanzarla para que el perro la coja y se la devuelva a su dueño.

Este gesto ayuda, ha explicado Rocío Calle, a aumentar la autoestima de la persona, además de favorecer la motivación para realizar esta actividad que, sin perro, podría ser "mucho más mecánica", pero que con él ayuda a seguir jugando.

Todas las actividades buscan, además, trabajar la atención mantenida, pero también se inician en la resolución de problemas o el procesamiento de la información, ha señalado Laura de Nicolás, quien ha subrayado que los perros son previamente seleccionados y entrenados para desarrollar su labor.

Tienen que ser animales no agresivos, que busquen el contacto con las personas y les motive el contacto con las personas o, incluso, busquen una caricia por ellos mismos, un gesto que hoy se ha podido ver con Lía, que no dejaba de buscar que la acariciaran y el contacto con las personas.

"Lo importante es cómo se eduque a un perro y, en este caso, trabajar con ellos en el refuerzo social", que busquen a las personas, ha señalado Rocío Calle, que lleva trabajando con esta asociación cuatro años.

Aunque la caninoterapia tiene una trayectoria "bastante larga", en España se va introduciendo "poco a poco" y "cada vez llega a más centros", por los resultados a corto y medio plazo que ofrece este tipo de terapia.

"Se ve rápidamente cómo las personas responden y cómo funciona la actividad", ha incidido Laura de Nicolás, y ha recordado los estudios científicos que se publican demostrando los beneficios de las intervenciones asistidas por animales.

Además de este taller de caninoterapia, Pronisa también ha comenzado hoy a impartir un taller de musicoterapia y otro de danzaterapia, que ayudan no sólo a facilitar la motricidad de las personas sino también a su integración social, especialmente en el caso de personas con grandes necesidades de apoyo.

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