Cae la pobreza en Ourense, pero aún castiga a uno de cada cinco hogares

La tasa de pobreza da un respiro, pero no abandona los hogares ourensanos. Los últimos datos de la Enquisa Estrutural a Fogares publicada por el Instituto Galego de Estatística (IGE) esta misma semana confirman un descenso generalizado de la pobreza en 2024, rompiendo la tendencia al alza de los años posteriores a la pandemia. Pese a esta mejoría, la provincia de Ourense se mantiene como la que presenta la tasa más alta de toda Galicia, con un 16,92% de familias viviendo con menos recursos de los necesarios, superando los registros de Lugo (15,77%), A Coruña (14,84%) y Pontevedra (13,61%).

El dato provincial, aunque supone una ligera bajada respecto al 17,06% del año anterior, revela que casi uno de cada cinco hogares vive con el agua al cuello. Si se amplía el foco a la última década, se observa que aunque se ha mejorado respecto al pico dramático de 2018 (20,51%), la provincia de Ourense no logra equipararse con el dinamismo del eje atlántico.

Dependencia de prestaciones

La estadística del IGE también da muestra de la importancia de las ayudas sociales para el bienestar de las familias ourensanas. Según el IGE, si se eliminasen las pensiones y ayudas sociales de la ecuación, la pobreza en Ourense se dispararía hasta el 39,12%, la cifra más alta de la comunidad. Este dato evidencia que el sistema de protección público y el envejecimiento demográfico actúan como el único sustento para cuatro de cada diez hogares. Sin las pensiones, el riesgo de exclusión social se duplicaría automáticamente, lo que dibuja un escenario peligroso ante cualquier recorte o crisis inflacionaria.

La ciudad sale del pozo

La mejor noticia llega desde la capital, que ha logrado corregir el rumbo tras un 2023 nefasto. La ciudad de Ourense ha reducido su tasa de pobreza en más de tres puntos, pasando del 19,56% al 16,44% actual. Este descenso permite a la ciudad abandonar el triste honor de ser la urbe más empobrecida de Galicia, cediendo ese puesto a Lugo (19,94%) y situándose también mejor que Ferrol (18,24%) y A Coruña (17,10%).

Esta mejoría devuelve a la ciudad a niveles de hace una década, estabilizando la situación social tras el susto de 2022, cuando se alcanzó el máximo histórico del 20,47%. No obstante, la brecha con las ciudades más pujantes sigue siendo notable: vivir en Vigo (11,65%) o Santiago (11,43%) ofrece unas garantías de bienestar estadísticamente superiores.

Alivio a fin de mes

Los datos del IGE arrojan una paradoja vinculada al coste de la vida. Pese a tener las rentas más bajas y el mayor riesgo de pobreza teórica, los ourensanos son los que menos agobio financiero perciben. El 36,84% de los hogares de la provincia declara tener dificultades para llegar a fin de mes, el mejor dato de la serie reciente y el más bajo de toda Galicia. En la ciudad, el porcentaje cae al 33,9%. Estas cifras contrastan con la asfixia del norte: en Ferrol la mitad de la población (50%) sufre para cerrar las cuentas y en A Coruña el 42%, lo que sugiere que, aunque los ingresos en Ourense son menores, cunden más a la hora de cubrir necesidades básicas.