España 2025: deporte, mejor sin la política

Año de gracia de 2025. Para el deporte español será recordado por el bochornoso suceso en el final de la Vuelta ciclista a España. Cuando grupos de extrema izquierda destrozaron la meta, alegando la “intolerable” presencia de un equipo israelí.

Ni con este escándalo internacional el psicópata de Moncloa logró tapar sus miserias domésticas. Por cierto ¿quién protesta ahora por los niños palestinos? ¿Ya no interesan?

Deporte y política deberían caminar por separado. Porque el primero supera -no es complicado- al segundo en méritos y repercusión. España, número 32 del mundo en población, cuenta con primeras figuras en tenis (Alcaraz), Motor (hermanos Márquez, Alex Palou y Carlos Sáinz), atletismo (María Pérez), golf (Jon Rahm), artes marciales mixtas (Topuria) o fútbol (Aitana Bonmati, Lamine Yamal y las selecciones nacionales de ambos sexos).

El progreso también fue notable en deportes menos conocidos. Iris Tió (sincronizada), Alberto Ginés (escalada), Oriol Cardona (esquí), Mar Molné (tiro), Temiño y Canales (tiro con arco), Janire González (surf), Albert Torres (ciclismo en pista), Kilian Jornet y Carlos Soria (montaña) o nuestra gallega Melania Rodríguez (trampolín) son referencias mundiales.

Deporte y política deberían caminar por separado. Porque el primero supera -no es complicado- al segundo en méritos y repercusión. España, número 32 del mundo en población, cuenta con primeras figuras

O la recuperación de selecciones como la Sincronizada, Waterpolo, Rítmica, hockey patines, Vela, Piragüismo, Atletismo… de las que -injusticia- sólo se acuerda el gran público cuando ganan medallas.

Castiguemos a nuestros políticos -y al mismo sistema- como se merecen. Cuidemos a nuestros deportistas, especialmente cuando los resultados no acompañan, cuando la exigencia o las lesiones los suman en la depresión. Unidos somos, y seremos, más fuertes.

Un buen año supo a poco, tras los Juegos

El año después de unos Juegos permanece la resaca. La sensación de que nada grande o destacable sucedió, o sólo transcurrió un año de transición.

El deporte internacional sigue su progresión como próspero negocio y espectáculo. Con conflictos en algunas modalidades por el control de los beneficios o la permanente corrupción en los grandes eventos. También es notable la entrada de capital árabe como promoción o lavado de imagen exterior.

2025 fue el año de presentación en alta sociedad del Paris Saint Germain y Ousmane Dembele en fútbol -dirigidos por el español Luis Enrique- Oklahoma Thunder en la NBA, Philadelphia Eagles en la NFL y los duelos Alcaraz vs Sinner en tenis.

El crecimiento de las nuevas modalidades deben tener su espacio, sin que signifique despreciar o eliminar las clásicas, algo que no parece entender el Comité Olímpico liderado por la debutante Kirsty Coventry.

Y de la confirmación de España en fútbol, Alemania en baloncesto, McLaren en Fórmula 1, Dinamarca en balonmano, Italia en voleibol; de Los Ángeles Dodgers y Shohei Ohtani en béisbol; del Emirates, Pogacar y Pauline Ferrand en ciclismo; Duplantis y Chebet en atletismo, de Summer McIntosh en natación o de Europa en la Ryder Cup de golf.

La sombra del dopaje es inevitable, porque es consustancial a la competición. Siempre por delante de los controles, entre otras razones porque no se puede detectar lo desconocido. Por ello no extraña el proyecto de unos Juegos “con barra libre” bajo la responsabilidad del atleta y sus médicos. Nada es descartable en el futuro.

El crecimiento de las nuevas modalidades deben tener su espacio, sin que signifique despreciar o eliminar las clásicas, algo que no parece entender el Comité Olímpico liderado por la debutante Kirsty Coventry.

Les deseo un muy feliz y próspero año 2026. Sigamos soñando juntos.