ENTREVISTA

“Invertí un montón de tiempo y de dinero antes de ir al 
casting de Priscilla"

photo_camera Christian Escuredo

Christian Escuredo, protagonista de "Priscilla, reina del desierto. El musical"

Estrenada en Sidney en 2006, el 2 de octubre llega al madrileño Teatro Nueva Alcalá la obra "Priscilla, reina del desierto. El musical". Antes ha pasado por los escenarios de Londres, Broadway, Nueva Zelanda, Suecia, Italia, Canadá, Brasil y Argentina, saliendo de gira por Estados Unidos y el Reino Unido. En Madrid, uno de los protagonistas es valdeorrés; de O Barco, más concretamente: Christian Escuredo, que tiene el papel de Adam Felicia.

 

¿Cómo es la obra?

La dirigen los creativos originales australianos y la escenografía es exactamente la misma de Londres. La compraron y la van a utilizar en Madrid. El vestuario es el mismo; se retocó pero es la producción intacta. La idea de los directores es que si alguien quiere montar su espectáculo en algún país, lo tienen que supervisa y dirigir. Lo bueno es que el adaptador es el ayudante de dirección. Está trabajando mano a mano con ellos para adaptar el texto a la cultura española, al igual que las canciones. El repertorio de canciones es de todos los tiempos, como Madonna o Donna Summer, y si es un momento videoclip se deja en inglés para que la gente participe.

 

¿Le fue muy difícil lograr el papel?

Cuando te presentas a un "casting", te dicen los personajes que se buscan y te dan una reseña de lo que quieren. Yo vi que podría encajar en el protagonista más joven de los tres. Sabía que iba a ser muy complicado, porque quieren una trayectoria musical detrás. Una de las condiciones era actuar, ser muy buen actor, cantante, bailarín y ser musculoso. Pensé que lo de actor y cantante ya lo tengo y que llevo mucho tiempo estudiando danza. ¡Pero exigían mucho! Desde febrero me puse las pilas en el gimnasio. Fue invertir un montón de tiempo y dinero antes de ir al "casting". Tomé como referencia a los protagonistas de otros países. Nos exigieron monólogos cómicos, dramáticos, muchas escenas, cantar temas libres y del repertorio del musical. Coreografías con y sin tacones. Fue duro, pero también muy enriquecedor. Al final quedé yo, pero sobre todo por una apuesta de los australianos, de los creativos originales.

¿Es su trabajo más importante y diferente?

Es el proyecto más completo y con más proyección. Además, tengo un equipo de compañeros espec- tacular, pues trabajo con Mariano Peña, de la serie de televisión Aida, que es otro protagonista. El tercero es Jaime Zatarain. Hacemos un equipo muy bonito. Para mí, el "drag queen" es lo más ale- jado de lo que llevo hecho. Hice de galán en dramas y romanticadas pero hasta ahora no me habían dado un papel de comedia. Estoy muy contento a nivel personal porque me exige estar muy alegre. Aparte del handicap de representar a una persona muy exagerada, con mucha pluma y abiertamente homosexual.

¿Vive con nervios los días previos al estreno?

Más que nervios es respeto. El montaje exige mucha concentración. Es muy complicado, hay mu- chísimos cambios de ropa y tengo que estar muy atento a todo lo que sucede.

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