La vivienda, legada por un vecino a la Iglesia y "en buen estado", ha sido cedida a Cruz Vermella
El Obispado de Astorga ofreció un piso a Cruz Vermella Valdeorras buscando colaborar en la obtención de alojamientos para los refugiados que el Ministerio de Empleo y Seguridad Social asigna a la organización humanitaria, buena parte de ellos procedentes de Siria, aunque también hay de otras nacionalidades.
Lo explicó el concejal de Servizos Sociais, Igualdade e Sanidade, Orlando Saavedra, que detalló que después de que el concello tuviese conocimiento de que un vecino legó una vivienda en la localidad a la Iglesia, contactó con el Obispado solicitando su cesión a Cruz Vermella, petición ya aceptada.
Orlando Saavedra explicó que el piso, ubicado en la zona de la Avenida del Bierzo, "está amueblado y en buenas condiciones". Añadió que informará a la oposición de estas gestiones en la próxima comisión informativa municipal de Cultura, convocada para el próximo viernes.
O Barco no es el único concello que se preocupó por buscar un piso para acoger refugiados. Esta misma inquietud también la tuvo Vilamartín, que ya lo ha ofrecido a la organización humanitaria, que en la comarca valdeorresa coordina Maximino Alonso Alejandre. El piso es el conocido como "a vivenda do conserxe" y el equipo de gobierno municipal está a la espera de conocer si va a ser necesario para dotarlo de cocina, un equipamiento del que carece actualmente.
En todo caso, si estos pisos llegan a ser ocupados por alguna familia de refugiados, esta no será la primera que es acogida en la comarca. Antes ya llegaron los cinco miembros de la familia que a finales de agosto fue recibida en Sobradelo, en Carballeda de Valdeorras. Su vivienda es una de las dos que la Xunta cedió al Concello, tras solicitarlo la alcaldesa, María del Carmen González Quintela.
Echando la vista atrás, los primeros refugiados acogidos en la comarca no llegaron de Siria, sino de Latinoamérica. Solicitaron asilo para escapar de las amenazas de muerte que recibieron de las mafias.
