Nunca estuve de acuerdo con que a nuestros jóvenes se les pusiese la etiqueta de una generación que ni estudia, ni trabaja. Por esto mismo defiendo que se instalen en nuestra sociedad oportunidades reales para que los jóvenes que acaban su formación, sea esta la que sea, tengan oportunidades nítidas de trabajar en su entorno más inmediato en unas condiciones laborales dignas y acordes a sus necesidades y preparación. Y para ello,la potenciación y desarrollo de la Formación Profesional debe dejar de ser un estigma.
De la misma forma, el apoyo para que nuestros jóvenes puedan encontrar empleo debe ser eficiente y ágil, y debe ir acompañado de ciclos de prácticas en su etapa de formación que sirvan como la experiencia solicitada por las pequeñas y medianas pymes a la hora de contratar.
El escenario actual en términos generales manifiesta claramente que autoempleo y sector servicios son el motor económico en la nueva creación de empleo, pero este sigue siendo aún precario e inestable, por lo que es responsabilidad de todos los agentes económicos y sociales involucionar esta situación para que sea sólido, fijo, de calidad y que contribuya realmente al desapalancamiento de nuestra economía local. Lo cual me deriva a solicitar más cambios en la reforma laboral para primar la productividad, favorecer la flexibilidad y aumentar así la imprescindible y necesaria contratación laboral.
Por ello las recientes medidas adoptadas por la Xunta de Galicia, abaratando el coste del suelo industrial hasta un 50%, las considero positivas y acertadas. Y son exactamente las líneas de actuación y demandas que he defendido en los últimos tiempos, dando traslado en su momento a la administración autonómica desde el colectivo económico que represento, por lo que esta vez, las lineas de actuación puestas en marcha sí tienen y deben retornar en creación de empleo. Además, y para su correcta implantación, me permito recomendar los siguientes pasos a seguir:
Apostar por la especialización de los parques empresariales (por ejemplo sectorizando la alimentación). Abaratar más que notablemente los precios del suelo industrial, equiparando o mejorando los precios ofertados desde el norte de Portugal y Ponferrada. Mejorar las dotaciones y los servicios de los parques empresariales en funcionamiento. Impulsar decididamente la construcción de los accesos en aquellos suelos o parques mal ubicados logísticamente e impulsando la mejora de la movilidad de las personas entre su residencia y su área de trabajo. Incentivar las conexiones y el mantenimiento de las infraestructuras de los propios parques empresariales, a la vez que planificar el desarrollo de suelo industrial a la realidad actual de las empresas, tanto en su tamaño, como ubicación, infraestructuras y servicios. Y, por último, flexibilizar por parte de las administraciones la comercialización del suelo industrial.
Si queremos generar empleo, este es el camino a andar, para conseguir entre todos y para todos un presente y un futuro para nuestros jóvenes y para la sociedad en su totalidad.
