Opinión

Adrián Hinojosa

Adrián Hinojosa es ese niño de ocho años que tiene cáncer y quiere ser torero. Como saben ustedes la semana pasada Adrián fue vilipendiado en internet por unos cuantos descerebrados y descerebradas ya que ahí, en el cerebro, no hay sexismo ni diferencia de género. Algunos/algunas (seamos paritarios de todas formas) de esos seres deleznables incluso le desearon la muerte en twitter, facebook y otras corralas chismosas de hoy en día. El tema fue tan demencial que hasta Iker Jiménez le dedicó un programa. No me extrañó. Desearle la muerte a un niño enfermo de ocho años supera todos los poltergeist o fenómenos inexplicables que nos podamos imaginar o que se pueda imaginar Iker, que tiene una imaginación prodigiosa para eso. No quiero ni pensar en lo que sintieron los padres de Adrián al leer esos mensajes tan repulsivamente llenos de odio hacia un niño. Su niño.

La clave, ya la he apuntado otras veces, es esta: gracias a las redes sociales hasta el tipo más ignorante, zafio, criminal en potencia, posible asesino, asesino o lo que sea, hoy puede hacer que sus opiniones las conozcamos todos. 

Antes esas opiniones solo las oían sus familiares en fin de año o sus amigos en el bar cuando el tipo estaba borracho, así que lo mandaban callar: "No digas animaladas, Manolo, anda, deja eso y tómate otra copa o vete a dormir, cambia de tema".   

Antes, como ese tipo no sabía escribir porque para eso había que emplear papel, lápiz y la cabeza, tres instrumentos que estaban muy lejos de sus capacidades cognitivas, no nos enterábamos, pero ahora nos enteramos de todo. 

En mi antigua empresa tuvimos clavada en una pizarra en la pared durante un tiempo una frase (en inglés) que no recuerdo bien pero que más o menos decía así: "No eres inteligente, no eres brillante, no tienes talento... tan solo tienes internet." Pues eso es lo que pasa, que los idiotas se han vuelto más idiotas aún con las tablets, smartphones u ordenadores y creen que porque pueden lanzar sus opiniones a los cuatro vientos a otros les interesarán. Y no. Hay opiniones que merecen respeto o consideración, pero otras solo merecen un pelotón de fusilamiento.

Yo estoy en contra de las corridas de toros pero estoy a favor de Adrián, ojalá sea torero ya que ese es su sueño. Y a los hijos de puta, y esto no es retórico, que escribieron esos mensajes irreproducibles que los metan en la cárcel. Que alguien abra una petición en change.org para eso. Yo la firmo.

Dije antes hablando de los padres de Adrián "su niño", pero no es su niño, es "nuestro niño". Como dicen en África "para educar a un niño hace falta toda la tribu". Adrián, bonito, ojalá te cures, te estrenes un día en Las Ventas y salgas por la Puerta Grande. Y a esos ni los mires. Mira solo, como seguro que ya haces, a quienes te quieren. Un besazo.

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