Opinión

Donald, el pato e Hilaria

Me he tomado el trabajo ¡uau! de ver enteros los debates (primero, segundo y tercero) entre Trump y Hillary. Un aburrimiento atroz.

Desde luego Hillary tiene más tablas y sobre todo en el primero se desenvolvió mejor que el rubiales. Yo creo, y la opinión televisiva que se reflejaba en la correspondiente encuesta simultánea a pie de pantalla así lo demostraba, que Hillary ganó por goleada. El segundo debate fue parecido, más sucio pero eso no significa nada. Y el tercero igual más o menos, o peor. Las elecciones americanas son un misterio para nosotros, los europeos, y todo puede cambiar de repente.

A mi parecer en Europa tenemos una idea equivocada de los Estados Unidos. Una forjada por el cine, por Nueva York, Los Ángeles, etc. Una idea urbana e incluso en cierto sentido intelectual: la literatura, Woody Allen, la música, el jazz, todo eso. Pero Estados Unidos es básicamente rural y sobre todo, muy pueblerino. Alguna vez oí decir a alguien medio en broma "si aterrizo sola en algún sitio perdido del mundo, prefiero un desierto en Siria antes que el medio oeste americano, ¡y eso que soy blanca como el papel!"

En el segundo debate a Donald, no el sobrino del Tío Gilito sino el otro, lo vi errático como siempre, como si el tipo no encontrara su lugar. En el tercero entendí o atisbé por qué en Europa no comprendemos el fenómeno Trump. Cuando el ex marido de Ivana no dice estupideces, y no dijo muchas, hay que reconocer que su discurso apela a los sentimientos más intensos de ese granjero o currante del medio oeste que piensa que los inmigrantes le roban el trabajo y América se derrumba, obviando lo evidente: que América son inmigrantes y que él también lo es. O sus abuelos. Y cuando digo América utilizo la palabra como aquel personaje de "Georgia", la película de Arthur Penn de los ochenta del que decían sus amigos "es un verdadero patriota, nunca dice los Estados Unidos, siempre dice América."

Por supuesto yo quiero que gane Hillary, como casi todo el mundo con sentido común en este planeta. No es que me guste mucho ella, pero es el mal menor. No me imagino al presidente de la nación más poderosa del mundo levantando un muro para rodear México, como un niño pequeño haciendo castillos de arena en la playa con sus cubitos de plástico.

A propósito de Hillary les recomiendo a ustedes una película fabulosa, en este caso de los noventa: "Primary Colors" de Mike Nichols, interpretada por John Travolta y Emma Thompson junto a una impagable Kathy Bates que aunque solo sea por ella hace que la película merezca la pena. "Primary Colors" es un retrato del matrimonio Clinton bajo otro nombre, y también un retrato muy revelador acerca de como funciona la carrera hacia la presidencia en los Estados Unidos. No se la pierdan. Ya saben mi opinión: las películas informan mejor que los telediarios.

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