Opinión

Mejor nos vamos a Portugal

No, no pienso hablar de la debacle del PSOE y sí, oootra vez, sobre las pasadas elecciones.

Nunca he sido de partidos políticos. Ni de chaval. Sí de oenegés o asociaciones y he pertenecido a bastantes: MSF, Amnistía, Unicef, AECC, Greenpeace... Pero partidos no. Sin embargo hay uno portugués interesante. Se llama "Movimiento Partido Ibérico" y aboga por la reunificación de España y Portugal, un sueño que tuvo hasta José Saramago por ejemplo, por citar a alguien con más autoridad que yo. Supongo que ser gallego influye bastante en esta idea. No me imagino a uno de Teruel soñando con unirse a Portugal, no le pega.

Los españoles siempre han mirado a los portugueses por encima del hombro, con displicencia. Pero para los de la "raia" (así llamamos a la frontera aquí), los portugueses son hermanos. La demarcación política es solo política. Como mi familia es de La Guardia, frontera con Portugal en la desembocadura del Miño, de crío fui a Portugal constantemente. Entonces cruzábamos el río hasta Camiña en una bamboleante y peligrosa barcaza. Hoy se hace en ferry, o en coche por un puente con toda tranquilidad.

Ya que Cataluña va a largarse a navegar sola por el Mediterráneo, este es el momento ideal para que nosotros nos unamos a nuestros vecinos del oeste. A fin de cuentas el Mediterráneo es solo una corrala llena de señoronas antiguas con bata de boatiné; y el Atlántico en cambio es un océano gigante abierto a la imaginación y a la locura. Ya decía Camões: "Oh, mar salgado, cuanto do teu mar são lágrimas de Portugal!". Y Camões en ese verso se refería, claro está, al Atlántico y al Pacífico.

Risto Mejide, un catalán que a pocos cae bien, escribió hace tiempo un tweet muy revelador: "Catalunya por fin dispone de un presidente no electo para un proceso ilegal apoyado por la inmensa minoría de los catalanes." Mejor no se puede explicar. Ese president, Puigdemont, ya anunció desde el primer momento que se iban a independizar. Vale.

En mi Santiago universitario (y no cambio de tema) circulaba una leyenda según la cual un catedrático de Medicina preguntó en clase una vez: "¿hasta donde llega el miembro masculino en el momento del coito?". Y un estudiante contestó resuelto: "¡Hasta las trompas de Eustaquio!". Entonces el catedrático, calmadamente le replicó: "Larga y enrevesada la tiene usted, amigo mío." A mí ciertos políticos gallegos, catalanes o de donde sean, me recuerdan a ese estudiante. Pónganles ustedes la nota.

Mejor nos vamos a Portugal. A cantar fados, a comer "ameijas ao bulhao pato", o a rezarle una oración a Salgueiro Maia. Y si el cuarenta por ciento de los catalanes quieren ser franceses, que está por ver si los franceses los aceptan, adelante. Nosotros queremos ser portugueses. Además... los portugueses son más simpáticos, ¡qué demonios!

Yo el otro domingo en el colegio electoral eché de menos una papeleta, una que dijera: "Mejor nos vamos a Portugal".

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