El abandono del medio rural complica el acceso a las aldeas

El abandono del medio rural azota a toda la provincia de Ourense, especialmente a los concellos más pequeños y en los que los servicios son más limitados. Las consecuencias de la despoblación son acuciantes, y se pueden observar tanto en los núcleos de población, que están cada vez más deteriorados, como en el entorno natural, que carece de los cuidados que recibía antaño.

Las localidades de las zonas rurales se encuentran cada vez más vacías, dejando a la vista las casas en ruinas, caminos sin cuidar, montes sin atender, fincas sin desbrozar... Un sinfín de problemáticas que agravan la situación, en muchos casos obligando a vivir bajo riesgo a los pocos vecinos que deciden permanecer allí.

Este es el caso de los vecinos de la aldea de Codosedo, en el cocello de Sarreaus, que viven rodeados no solo de maleza y arboleda descontrolada, sino de eucaliptos y pinos muy cercanos a sus viviendas y que, además, se enfrentan a una ola de incendios en las casas deshabitadas del lugar.

En estas pasadas jornadas se hizo flagrante una situación que estos, y otros muchos vecinos del rural, llevan tiempo denunciando: la imposibilidad de acceso de los servicios de emergencias por las estrecheces del camino.

Hace menos de un mes se declaraba un incendio en el monte cercano a Codosedo, y ayer por la mañana se producía otro fuego a escasos kilómetros, en la carretera que va desde Portela a Meilás, en el mismo concello de Sarreaus. Orgina, vecina de Codosedo, explica que en el acceso desde la iglesia al conjunto de viviendas entre las que se encuentra la suya, existe una escalera de una casa en ruinas que imposibilitó el paso a los camiones de bomberos durante el incendio, y que no es la primera vez que ocurre. Hace varios años, una ambulancia tampoco pudo acceder al barrio debido a esta escalera. Esta situación se ha visto repetida una y otra vez los pasados días en muchas localidades de la provincia.

Cuando se inició un incendio en una casa adyacente, hace escasos meses, los bomberos tampoco pudieron pasar, teniendo que recurrir a alargar la manguera lo máximo posible para combatir el fuego. “Cando ardeu a casa e viñeron os bombeiros, non puderon acceder, tiveron que quedar abaixo e estirar a mangueira, pero, e se chega a ser máis arriba o incendio? Como ían facer?” se preguntan los vecinos.

Orgina cuenta que este no es un caso aislado, y que otra casa en este mismo barrio fue consumida por las llamas. Estas no son las únicas vivivendas que en los últimos años han ardido, y la vecina explica que “aquí había outra casa a que lle prenderon lume e ardeu -señalando hacia la carretera-, outras tantas que igual polo resto da aldea, solo que non chegaron a arder”.

La preocupación aumenta, según narran los vecinos, al ver cada verano que, cuando llegan a estas residencias, está todo sin desbrozar y el resto de casas -además de la iglesia-, que se encuentran en ruinas o abandonadas, están cada vez más deterioradas. “O problema é se nos vén de noite, que estamos na casa dormindo, e ardemos dentro das casas”, dicen preocupados, ante el contexto en el que viven.

Este es uno de los muchos casos que los vecinos han hecho públicos en las pasadas jornadas a lo largo y ancho de la provincia. Tras haber ocurrido lo peor, los habitantes de las zonas rurales piden soluciones, ya que el abandono de estas localidades propicia la falta de mantenimiento del monte, el abandono de casas, el deterioro de las infraestructuras y la falta de apoyo para humanizar estas aldeas.