Latir contra la adversidad

Cuando Adrián Gómez y Adriana Jiménez, ambos de 34 años de edad, fueron conscientes de que serían padres de su pequeño Luca, nada les hacía imaginar que ella daría a luz en mitad de una pandemia mundial, el pasado 13 de julio de 2020. Tampoco que pocos días después de abrir su local de tapas, Latexo, ubicado en el casco histórico de Xinzo, las estrictas medidas anticovid les obligarían a ambos a bajar la persiana.

Sin embargo, pese a todo lo anterior, ellos lo tienen claro: "Hay que seguir viviendo. Nos han dicho que estábamos un poco locos por abrir un local más grande en estos momentos, pero yo siempre digo que la locura sería no hacerlo, no avanzar", asegura Adriana Jiménez, quien también recuerda su embarazo "metida en casa".

La emprendedora limiana admite que, pese a tener otros dos hijos y una experiencia previa en la maternidad, no pudo evitar atravesar momentos de mucha preocupación: "Al principio parecía que iban a ser unas pocas semanas de confinamiento y, cuando me di cuenta, llevaba dos meses metida en casa. Me preocupaba que Adrián no pudiese entrar en el momento del parto -no pudo hacerlo por las circunstancias epidemiológicas, aunque sí al piel con piel-, cómo iba a ser todo... Fue un poco raro y te sientes un poco sola en ese momento. También, cuando Luca había nacido, estábamos muy inquietos por él", cuenta Adriana. "Es verdad que al tener dos más ya tienes una experiencia previa y más tranquilidad en todo lo que tiene que ver con el cuidado del bebé o la guardería, por ejemplo. Pero al haber nacido en plena pandemia, siempre sientes muchas inseguridades a la hora de que la gente se le acerque... Le quieres tener más como en una burbuja", añade.

En un periodo de adversidad, el 2020, los jóvenes padres limianos guardan su mejor recuerdo: el nacimiento de Luca, un niño alegre de ocho meses que ya es capaz de identificar sonrisas bajo las mascarillas. "Me imagino que se sorprenderá cuando termine todo esto y nos quitemos las mascarillas, cuando todo el mundo le pueda coger en brazos... No sé lo que pensará", explica Adrián. "Él la primera imagen que tiene de su padre y de su madre es con mascarilla ambos. Yo en el parto con ella puesta, su padre en el piel con piel también... Es un poco triste, pero es lo que le tocó. Sin embargo, a veces te ríes con la mascarilla y solo por el gesto de los ojos ya sabe que te estás riendo y te devuelve una sonrisa", añade Adriana.

Aprovechar la oportunidad

La idea de ampliar su negocio de hostelería, surgió cuando ambos fueron conscientes de que el antiguo "funcionaba" pero "se les hacía muy pequeño". El local actual en el que se encuentra Latexo estaba ocupado por aquel entonces y la oportunidad de alquilarlo surgió también en plena pandemia, en septiembre del 2020. Abrieron sus puertas unos días antes de Navidad. "Tuvimos que hacer una inversión, aunque, lo bueno es que lo hicimos todo nosotros. Yo también me dedico a la construcción", explica Adrián. "Ahorramos costes, pero bueno, tuvimos que ampliar mobiliario y realizar otras inversiones", añade.

Adriana, por su parte y pese a todas las dificultades, está convencida de que apostar por un local más grande fue la mejor decisión: "El otro eran 20 metros cuadrados de local. El aforo al 50 por ciento eran cinco personas, y al final gastos tienes los mismos. Quedarse allí sí hubiera sido una locura", cuenta Adriana. "Después de Navidad, lamentablemente, ya tuvimos que cerrar. Volvimos atrás", apunta Adrián.

Durante todo el periodo de cierre, ambos reinventaron el negocio ofreciendo comida para llevar, una opción que no encuentra en Xinzo demasiados adeptos, pero que les ha permitido subsistir a lo largo de los últimos meses y de cara a las nuevas restricciones que entrarán hoy viernes en vigor.

Latexo significa, para Adriana y Adrián, la oportunidad de reinventarse y seguir luchando: "A veces las cosas no salen como tú te las esperabas, pero no por ello son peores. El secreto está en no pensar en lo que podrías tener, sino en buscar alternativas", dice Adriana Jiménez.