Maximiliano, desde Pumares, Allariz: “A los pueblos como este los estamos repoblando los que venimos de fuera”

DESDE ARGENTINA

Además, están completamente adaptados a la vida en el rural ourensano. “A nosotros nos gusta vivir en el pueblo y hoy la mayoría de gente no quiere venir”

Publicado: 27 jul 2025 - 14:38 Actualizado: 28 jul 2025 - 17:43

Maximiliano Moyano
Maximiliano Moyano | Miguel Ángel

“Mi abuelo se fue de polizón desde A Coruña a Argentina sin papeles y comenzó su vida allí y a mí me tocó venir a España e iniciarla aquí. Hoy nos toca a nosotros venir para este lado”, cuenta Maximiliano Moyano. Él junto con otros 12 miembros de su familia llegaron a la aldea de Pumares (Allariz) en 2023 procedentes de Argentina, tras una estadía previa de dos años y medio en Portugal. Moyano asegura que fue el destino el que los llevó a este pueblo. “Un domingo vinimos a pasear a Xinzo y un vecino nos dijo que tenían una casa para alquilar y acabamos aquí”, explica. Al mes de instalarse en la aldea, llegó al mundo un nuevo miembro a la familia, el cual se convirtió en el primer bebé en nacer en el pueblo en más de una década.

Sin embargo, Moyano explica que el comienzo fue difícil porque “hay mucha burocracia”. Cuenta que les ofrecieron ayudas, pero las rechazaron todas y se pusieron a trabajar duro para salir adelante. Se dedican al sector de la construcción y en la actualidad les va muy bien. “Nosotros venimos a hacer el trabajo que no quiere hacer nadie”, asegura este vecino argentino de Pumares. En todo este tiempo solo tuvieron tres días de vacaciones, que aprovecharon para irse a Samil.

Además, están completamente adaptados a la vida en el rural ourensano. “A nosotros nos gusta vivir en el pueblo y hoy la mayoría de gente no quiere venir”, señala Moyano. “Estamos acostumbrados a la inseguridad de Argentina y venir aquí es todo tranquilidad, puedes dejar todo fuera y no te roban, yo estoy muy agradecida”, añade Beatriz Fernández, cuyos bisabuelos nacieron en Galicia.

Durante este tiempo esta familia argentina fue parte del latir que permite a este pueblo seguir con vida. “A los pueblos como este los estamos repoblando los extranjeros que venimos de fuera”, indica Moyano. Ahora, tras la marcha con anterioridad de la mayor parte de la familia, los cuatro últimos miembros que quedan en la aldea se marcharán dentro de unos días, ya que les pedían una cantidad por comprar la casa en la que viven alquilados que consideran que no se ajusta a lo que vale, ya que, indican, la tasaron sin tener en cuenta las reformas que le hicieron.

Por ello, decidieron buscar otro hogar, siempre en el rural ourensano, y adquirieron una vivienda en Padroso (Sarreaus). “Tú no sabes la alegría que tienen allí porque vamos nosotros, un hombre nos abrazó y nos dijo: ‘Ustedes le van a dar vida al pueblo, estamos contentos de que venga gente nueva”, señala Fernández, quien refiere que esto no fue algo aislado, ya que varios vecinos se les acercaron para mostrarles su satisfacción porque vayan a vivir allí.

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