Bajo el lema “Recuperar terra. Deseñar o futuro” se puso de largo el proyecto Aterra, impulsado por el Grupo de Desenvolvemento Rural Limia Arnoia y que busca poner en contacto, de una manera directa y sencilla, a propietarios de terrenos en el rural con demandantes de predios. El objetivo final es impulsar el sector agroganadero, favorecer el asentamiento de nuevos proyectos o ampliar los existentes, y frenar el éxodo rural. “Pretendemos dar resposta ao problema existente do acceso ás terras mediante unha proposta pioneira e ambiciosa”, anunció el presidente del GDR Limia Arnoia, Gumersindo Lamas.
Eva González, gerente del GDR, presentó la plataforma a alcaldes y alcaldesas de los 25 municipios que conforman el grupo y que pertenecen a las comarcas de Allariz-Maceda, A Limia, Baixa Limia y Terras de Celanova; así como a profesionales de los sectores agrícola y ganadero, y comuneros. También asistió al acto la directora de Agader, Inés Santé, y representantes del Inorde y de la Diputación de Ourense. “A nosa proposta está pensada para a nosa realidade territorial”, argumentó González, quien explicó que aterra.gal se sostiene sobre tres pilares: Por un lado, el propio GDR, que actuará como eje entre propietarios y demandantes acompañando en los procesos y tramitaciones. Se reforzará el personal técnico. Por otro lado, las herramientas -tecnológicas y de comunicación- facilitarán dichos procesos, ya que, mediante un visor se podrán anunciar y consultar, previa creación de un perfil, los terrenos disponibles. Por último, González solicitó la ayuda de regidores y agentes locales para favorecer estos intercambios.
EXPERIENCIAS REALES EN EL CAMPO OURENSANO
Una de las partes del acto tuvo que ver con una mesa de experiencias reales de iniciativas agroganaderas desarrolladas en el rural ourensano. Carmen Álvarez, de Ecoleia (Allariz); “Tonecho”, de Gandeiría Balín (Verea); Isabel Santos, Cooperativa Bustelo (Xunqueira de Ambía) e Iván Cubillas, de A Vaquería (Baltar) hablaron sobre el proceso de creación de sus iniciativas -algunas de ellas ya hace 10 años-, las dificultades en el acceso a los predios, a las subvenciones, o para la incorporación de jóvenes agricultores y ganaderos al sector. Además, ratificaron las propiedades de la puesta en valor de los terrenos y de cómo mediante el ganado y la actividad en los predios es posible tenerlos limpios y desbrozados, así como fijar generaciones de familias en torno a una actividad económica.
