Este pasado fin de semana, el Concello de Vilar de Barrio convocó a sus vecinos a una asamblea en el local social de Arnuide con el objetivo de abordar la situación de las barreras transversales que se extienden a lo largo y ancho del río Arnoia a su paso por este municipio, así como para constituir comunidades de regantes afectados por el derribo de dichos elementos artificiales, algunos de ellos, centenarios y sin utilidad aparente.
El regidor de Vilar de Barrio, Manuel Conde, explicó que, por medio de una directiva europea y a través de las distintas confederaciones hidrográficas, se pretende suprimir aquellos obstáculos de los cauces fluviales en desuso o sin concesión. “Hai construccións feitas en pedra do país e que xa forman parte do entorno e da paisaxe, da etnografía e da historia”, fundamentó el regidor. “Aínda que a utilidade coa que se fixeron nun determinado momento, é dicir, regadío, suministro de auga aos muíños ou ao batán, onde se batían as mantas, xa non é tal. Pero hai excepcións, pois nalgúns casos continúan a regarse lameiros e prados”, añadió.
Conde asegura que muchas presas forman parte del paisaje y, en algunos casos, considera que el derribo de las mismas puede incrementar la velocidad del agua ocasionando mayor erosión, entre otros contratiempos. “Hai algunha outra presa, por exemplos as Míllaras, que se pretende tirar e isto podería poñer en perigo unha carretera local”, anticipó el alcalde, quien subrayó que, después de un proceso de negociación se llegó al acuerdo de aplazar el derribo de la práctica totalidad de las presas hasta el 2023. En este tiempo, vecinos y Concello iniciarán el proceso para legalizar varias y que puedan ser usadas por comunidades de regantes y molinos.
Doce presas estarían afectadas. “Desas 12, quedouse coa Confederación en que soamente se derrubarían tres -de cemento y en mal estado-, o resto, as nove, quedan aprazadas ata o 23. O Concello presentou unha alegación formal e o Pleno rexeitou o proxecto”, añade. También hay varias alegaciones a título individual o de las comunidades de regantes. “Hai dúas de propietarios de muíños para que se lles conceda un caudal ecolóxico para que, dende o punto de vista etnográfico, sigan funcionando”, precisó el alcalde.
Desde la Confederación explican que dan cumplimiento a la normativa europea en la línea de suprimir los obstáculos transversales de los ríos -en el 21 se eliminaron 16 de su competencia-. Con la eliminación de estos elementos, insisten, “los ríos quedan libres de barreras que imposibilitan las migraciones y desplazamientos estacionales de su fauna piscícola. La mejora de la continuidad fluvial favorece el transporte de sedimentos y potencia la función de los ríos como corredores ecológicos”. Concluyen afirmando que “estas actuaciones son necesarias para conseguir ríos sanos y con buena calidad, cumpliendo la normativa europea y española en materia de aguas y biodiversidad”.
