Entre los hórreos de A Aira da Moa de Congostro, en Rairiz de Veiga, se celebró este viernes la primera edición de la Festa do millo doce, un evento que sirvió para poner en valor un producto natural y tan versátil como para ser el ingrediente principal en ensaladas, hummus, tortas o flanes.
La Fundación Matrix, de investigación y encargada de la elaboración de proyectos ambientales y sociales, fue la impulsora -de la mano del Ministerio de Transición Ecológica- de esta iniciativa. Con su sede en la Universidad de Vigo, la agrupación está inmersa actualmente en un plan de cultivo ecológico de maíz dulce.
Varios propietarios de terreno en Congostro cedieron a los investigadores fincas para poder llevar a cabo el proyecto y ayer se produjo la recogida del producto y la celebración de una fiesta gastronómica en la que los vecinos que colaboraron con la actividad y los usuarios del centro de día Tendelaman de Cangas fueron los principales catadores. El menú degustación, elaborado por miembros de la fundación, estuvo conformado por primer y segundo plato y postre: Maíz dulce al natural, cocido y a la plancha; ensalada de maíz dulce y quinoa; hummus suave con tahini de maíz dulce; torta vegetal de maíz dulce y queso de tetilla y flan de maíz. “Queriamos que a xente maior probase un produto que é bo para a saúde. É unha froita realmente, o 75 por cento é auga, polo que combate a deshidratación. Ademais é doce, pero non ten case azucre”, señala Lara Couñago, trabajadora social de la fundación.
Javier Montalvo, profesor de Ecología en la Universidad de Vigo y presidente de la Fundación Matrix, aseguró que uno de los objetivos del proyecto fue demostrar la viabilidad de la producción del maíz dulce en Galicia: “Protege el medioambiente, es un producto de proximidad y de extraordinaria calidad nutritiva. Es una fruta a todos los efectos, de la que hemos hecho ya donaciones, adecuada para el fortalecimiento de la salud física y mental de los mayores”.
