Julia Marqués Meyer: "Hago técnica mixta y uso tejido por mi abuela que era costurera"

La pintora nacida en Sevilla, que ahora reside en Vilar de Santos, acaba de exponer en la sala de exposiciones de Sandiás su “Trayectoria” como artista visual.

¿A qué edad empezó a pintar?

Empecé de pequeña a dibujar, me gustaban mucho los colores. Mis compañeros de clase y profesores me decían que lo hacía bien. A los nueve años empecé a pintar al óleo. Fue algo innato, nací así.

Después de la infancia, estuvo en una escuela de arte…

Sí, mi idea era pintar siempre. Fui a una academia con catorce años y después a una escuela de arte a los dieciocho. Era una mezcla de universidad sin serlo. No era tan académico en cuanto a papeles, era más práctico. Ahí pude experimentar de todo.

¿Al terminar la escuela, que hizo a continuación?

Me puse a presentarme a concursos y gané una beca. Con esa beca me dieron un montón de dinero para realizar la pintura y después la exposición. Fue un impulso que me hizo iniciar el proyecto que empecé de tejidos.

Al acabar el Grado superior en Artes Plásticas también realizó un proyecto…

Sí, se llamaba Yellow virus. Era el tema de la muerte, que antes a nivel histórico-artístico se asociaba con la sangre. Pero yo el color amarillo lo asociaba a la muerte porque va relacionado con las gripes y las enfermedades y la contaminación del aire. Con la ayuda de mi padre que es químico. Fui elegida en los premios ArtFad y me hice un nombre.

¿Esa obra le llevó a tener más fama y vender más cuadros?

Sí, con esa obra, junto con otra, me conocieron dos marchantes y estuve exponiendo en Girona y en diferentes sitios, como Barcelona o Madrid. Contacté con una galería de Barcelona que tenía relación con Chicago y ahí es donde me doy a conocer a nivel internacional. Primero inauguración en Chicago, y después, a nivel individual, en Barcelona. Estuve en varias ferias internacionales, galería en Madrid también. Conocí a muchos coleccionistas y tuve un buen punto de exposición y venta.

¿Después de la crisis de 2007, su carrera dio un giro?

Correcto, el mundo del arte es así. Me quedé en Cataluña y empecé a pintar murales; acabé pintando cuarenta metros lineales de pared. A raíz de ahí, a los niños del pueblo en el que pinté ese mural les gustó e hicimos otro mural en su escuela con todos los niños. Lo último que hice en Cataluña fue un mural de 6x6 de un árbol gigante.

¿Cómo le cambió la vida al venir a Galicia?

Mucho, porque coincidió con el covid-19. Yo nací en Sevilla, pero me crié en Cataluña. Mi pareja es gallega y la idea era venirse a Galicia. Me gusta mucho, mucho verde y una vida más tranquila, y los paisajes son preciosos. Hice murales en Rairiz de Veiga y para el Entroido. Surgió lo de Sandiás al ver que había expuesto una artista ahí, así que hice la muestra con 43 obras.

¿Qué tipo de técnica usa y en qué artistas se inspira?

Yo hago técnica mixta y uso el tejido como elemento por mi abuela que era costurera y mi padre químico textil. Me identifico con diferentes artistas y movimientos artísticos que van del Impresionismo al Pop-Art, desde Tracey Emin a Frida Kahlo, de Edward Hopper a David Hockney.