El Concello de Xinzo aborda la última fase de la reparación de las baldosas en mal estado -por la orografía del terreno, apuntan desde el Consistorio- de todo el entorno del casco antiguo de la villa, piezas deterioradas que no garantizaban la integridad de los viandantes, motivo por el que el gobierno local decidió adelantarse a la ejecución del Plan Hurbe -se presentó un proyecto por valor de 350.000 euros a la Xunta de Galicia para humanizar toda la zona, comenzando por las calles Galicia, Lepanto y Constitución- y ejecutar una serie de mejoras con un presupuesto de 47.295 euros. El proyecto comprendía, concretamente, la reparación de 800 baldosas y, actualmente, se acomete la última fase, centrada en la calle y plaza de San Roque, arteria comercial de la localidad.
En junio de este mismo año, el gobierno local tuvo que reformular el orden de las calles a arreglar debido a las quejas presentadas por algunos vendedores de San Roque, que esgrimían la poca idoneidad de hacer coincidir las obras con la celebración de las ferias mensuales. Por este motivo, y debido que hasta el próximo día 14 de octubre no volverá a celebrarse el tradicional mercadillo de cada mes en la villa, los técnicos acometen ahora -para causar las mínimas molestias a los vecinos- mejoras en dicho punto, así como en Leopoldo Álvarez: “Pedimos a súa comprensión porque é unha actuación complicada na que será necesario substituír as baldosas”, manifestó el concejal responsable del área de Urbanismo de Xinzo, Ramón Gómez Salgado.
Esta actuación tiene como objetivo, tal y como apuntan desde el gobierno, “revitalizar o sector económico da vila, potenciando o pequeno comercio da zona, na que hai dende tendas familiares ata despachos profesionais e hostalería” a la espera de que la Consellería de Medioambiente dé luz a un proyecto más ambicioso.
