La capital de la medicina rural, en Maceda

No fue en otra vida. Las lámparas de luz, los esterilizadores, los termómetros de mercurio o los maletines recogidos y catalogados en el Museo do Médico Rural de Maceda son de principios y mediados del siglo pasado. Los doctores Ramón Bermúdez Trasmonte, Claudio Movilla Carneiro o María Visitación Blanco Pérez, todos ellos naturales de Maceda, usaron mucha de esta aparatología. También el doctor José Manuel Lage, ideólogo e impulsor de una colección única en Europa: “Somos pioneros en Maceda en tener un museo de medicina rural”, asegura orgulloso.

El doctor Lage, dedicado en cuerpo y alma a su proyecto, no quiere que caiga en el olvido una profesión “silenciosa” y “muy humana”, y una figura, la del médico rural, que no hace mucho tiempo atravesaba la provincia de Ourense a caballo, en moto o en barca para llegar allí donde se le necesitase. La contraprestación económica, por aquel entonces, era muy escasa e, incluso, muchos facultativos terminaban siendo exiliados por curar a enfermos o heridos del “bando equivocado” en el periodo de la Guerra Civil.

Una máxima de Hipócrates encabeza la exposición que puede visitarse, desde hace cinco años, en la planta baja del Concello de Maceda: “Donde quiera que el arte de la medicina es amado, también hay un amor a la humanidad”. El doctor Lage tiene muy presente esa frase y por ello, tras abrir un museo -premiado recientemente por la Asociación de Médicos Gallegos-, escribir un libro sobre medicina rural y crear una asociación -convertida este año en fundación-; sigue dando pasos para consolidar su proyecto: Este miércoles abría sus puertas una pequeña muestra itinerante, integrada por paneles informativos y utensilios médicos, sobre la historia de la medicina rural, en el Concello de Maceda. Este nuevo espacio, de carácter informativo, es la antesala de la colección: a través de varias lonas se repasa la historia de la farmacopea rural, las pruebas de laboratorio, la iguala médica, las creencias en el rural en torno al embarazo o la biografía de todos los médicos de Maceda. La filosofía de este proyecto es, tal y como apunta Lage, estar abierto a todo el mundo -el acceso al museo, de hecho, es gratuito- y por ello se prevé que recorra varios municipios.

Por otro lado, el doctor Lage adelantó que la previsión es que las 800 piezas catalogadas en el museo puedan ocupar pronto un inmueble en la Praza das Toldas que la fundación acaba de adquirir para cedérselo al Concello e iniciar así un proyecto museístico contando con la ayuda de diferentes entidades supramunicipales. “Yo quiero dejar un reflejo, una historia, de esos médicos que, en aquella época y en las condiciones que había, trabajaron sin descanso. Tenían jornadas de 24 horas los 365 días del año”, asegura Lage. “Yo creo que es una de las figuras más apreciadas del rural gallego: la figura del médico rural. Era un vecino, un psicólogo, un confesor… Vivía por y para sus pacientes a pesar de tener un salario precario”, añade. El impulsor del Museo do Médico Rural de Maceda lo tiene claro: “Esta gente no debe quedar en el olvido. Aquellos médicos deben ser referentes y formar parte de nuestra historia, de la historia de Galicia. Es un tema que no se trata y es importante”.