Un rescate heroico en la orilla del río Arnoia

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photo_camera Miguel Ángel López junto al caballo en el momento del rescate. (Protección Civil Allariz)
A primera hora de la mañana de este lunes los voluntarios de Protección Civil Allariz recibían la llamada de un vecino del lugar de Acea de Meire incapaz de rescatar a su caballo que, al acercarse a beber al río, se quedaba atrapado en el barro de la orilla. 

El caballo de un vecino de la zona de Acea de Meire, en Allariz, vivía los momentos más angustiosos de su vida tras quedarse atascado en el barro de la orilla del río Arnoia cuando se disponía a beber agua. El animal, que vive en libertad en una parcela de grandes dimensiones junto a otras especies como vacas, bueyes, o burros; se veía atrapado en una zona embarrada momentos antes de que apareciese su dueño, a primera hora de la mañana, para cuidar de la explotación. 

Tras percatarse de lo que estaba ocurriendo y acudir en su ayuda, debido al peso del ejemplar -estimado en más de 800 kilos de peso-el propietario se veía incapaz de liberarlo él solo y terminaba llamando a los voluntarios de Protección Civil, quienes se personaban minutos después en la finca de Meire. “Como había barro y el nivel del río bajó un poco seguramente el caballo se quiso acercar un poco más y cayó dentro”, explica Miguel Ángel López, responsable de Protección Civil Allariz. “Temblaba mucho y no tenía mucha fuerza. Al principio le estuvimos sujetando la cabeza, hasta que llegó maquinaria del Concello para ayudanos”, añade. 

Para liberar al animal se sumaron a los dos miembros de Protección Civil y a los dueños del caballo -muy afectados por lo que estaba ocurriendo y que trataron, de todas las maneras posibles, rescatarle-, dos trabajadores del Ayuntamiento de Allariz. El equipo tuvo que movilizar, incluso, una excavadora para conseguir rescatarlo. “Ahora se encuentra bien. Cuando logramos liberarlo al principio no tenía mucha estabilidad porque sus patas estaban dormidas. Lo secamos y lo tapamos para que entrara en calor y se le reactivase la circulación”, relata Miguel Ángel López. “Tan pronto como eso sucedió ya se puso bien y posteriormente comenzó a comer”, añade, aliviado, el agente de Protección Civil.

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