Las viviendas turísticas son el 18% de la oferta de Lobios

Camino acondicionado en A Cela, con sus peculiares bolos graníticos.
photo_camera Camino acondicionado en A Cela, con sus peculiares bolos graníticos.
El Concello de Lobios apuesta por humanizar los núcleos rurales para incentivar la rehabilitación privada

Una nueva intervención en A Cela ha permitido humanizar los caminos que vertebran esta peculiar aldea de montaña del Parque Natural Baixa Limia-Serra do Xurés, caracterizada por grandes bolos graníticos. El Concello de Lobios confirmaba la ejecución de los trabajos que, con cargo a las ayudas para la Reserva de la Biosfera Transfronteriza Gerês-Xurés de Medio Ambiente, han permitido acondicionar los espacios públicos, en una acción encaminada a mejorar la calidad de vida de los vecinos, fomentar las visitas e incentivar la rehabilitación privada. 

Así lo comentaba la alcaldesa Mari Carmen Yáñez, quien confirmó un incremento de las rehabilitaciones de particulares en las distintas parroquias, tanto para uso privado como para turismo rural. En los últimos tres años, el número de viviendas turísticas ha pasado de 2 a 19, con un total de 111 plazas. “En los últimos tiempos hemos registrado un auge de este tipo de viviendas”, dijo Yáñez, describiendo una oferta que se extiende por diferentes parroquias: Río Caldo, San Paio de Araúxo o Grou.

Según los datos del Registro de Empresas y Actividades Turísticas (REAT) de Turismo de Galicia, las viviendas turísticas representan ya el 18% de la oferta de camas en el municipio, que suman un total de 610 distribuidas en 29 establecimientos.

La elección de A Cela como objeto de esta actuación tiene que ver por esa prioridad de ofrecer “atractivos turísticos y elementos diferenciadores, en este caso contamos con un paraje de gran belleza, con un mirador de todo el valle y con esa peculiaridad de los bolos graníticos integrados en la arquitectura de las viviendas”, describe Yáñez sobre el valor etnográfico de un núcleo turístico en sí mismo, que cuenta también con la ruta del Pozo da Seima que será objeto de mejora dentro de esta misma intervención, y del mirador de San Rosendo con una obra del artista Xosé Cid.

El criterio establecido desde el gobierno municipal para estas intervenciones urbanísticas pasa por eliminar, en la medida de lo posible, el asfalto de los núcleos rurales apostando por una combinación de materiales, en este caso hormigón y adoquines autorizados por Patrimonio, que persiguen eliminar barreras y humanizar los espacios públicos. Intervenciones que, tal y como avanzaba Yáñez, este año proseguirán en Bouzas, San Paio y Esperanzo.

Ruta Poza da Seima y bosques de frondosas

El proyecto en la parroquia de Santa María de A Cela, con un presupuesto base de 89.600 euros con cargo al Plan de recuperación, transformación y resiliencia financiado por la Unión Europea para concellos incluidos en reservas de la biosfera, contemplan una intervención más amplia que continuará esta primavera.

En ella se llevarán a cabo mejoras en la ruta Poza da Seima, que incluirán la creación de una pasarela de madera, con tramos en escalera, que ayuden a salvar el desnivel existente, así como el acondicionamiento de un mirador. 

La segunda actuación, en clave medioambiental, consistirá en intervenciones en dos “carballeiras”, que abarcan una extensión de 11,2 hectáreas en una zona tampón de la Reserva de la Biosfera Gerês-Xurés. La mayor parte coincidirá con la zona del bosque de ribera de los ríos Salas y Mao, mientras que 1,4 hectáreas se corresponden con la regeneración de un bosque de frondosas ubicado junto a la carretera OU-1206 a escasos metros del área recreativa de San Rosendo. El objetivo es realizar tratamientos silvícolas que redunden en una mejora del estado de las masas y su desarrollo futuro.

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