Resulta que ahora, ya normalizada la relación de personas del mismo sexo, empieza la batalla por la paternidad triple de los niños adoptados por estas parejas, en cuyo caso tendrá que intervenir el Estado para poner orden, o sea, 'de aquellos polvos, vinieron estos lodos', porque al equiparar las uniones homosexuales al matrimonio se ha creado la condición para la maternidad o paternidad triple.
Existen una serie de problemas que se buscan sin necesidad, ya que permitir una paternidad o maternidad independiente del género no tiene lógica, porque la paternidad o maternidad tienen que estar basadas en la biología y en las diferencias sexuales, y aunque no todo el mundo coincida en que el fin del matrimonio es la procreación, no se puede negar que vincular a los padres con sus hijos es uno de sus fines primordiales.
