Carmen Leyte cumplirá 25 años al frente del Concello de Cartelle, un concello al que llegó de "casualidad"
En mayo de este año, Carmen Leyte Coello cumplirá sus bodas de plata al frente de la Corporación municipal de Cartelle. Un concello al que llegó casi de casualidad, al ser su primer destino como médico de familia, pero donde decidió asentarse definitivamente para formar su familia y desarrollar su faceta profesional y política.
¿Cómo afronta esta nueva etapa política, la séptima, al frente del Concello de Cartelle?
Con ilusión, porque después de tantos años, es muy ilusionante tener tanto respaldo de la gente. Algo que yo solo puedo explicar como una consecuencia de la gestión que hacemos y a ese contacto próximo con la gente, atendiendo sus inquietudes y necesidades, en la medida de lo posible. Y no solo yo, sino que todos mis compañeros. Desde 1991 me acompaña el teniente de alcalde, Jaime Sousa, que es una persona muy importante en mi vida política, pero también en lo personal, compartiendo un proyecto municipal y siempre con un consenso absoluto. Y, como él, el resto de compañeros que nos acompañaron en esta andadura.
¿Qué proyectos ha podido poner en marcha en estos meses?
Continuamos trabajando en la mejora de carreteras municipales, dentro de un plan local que pusimos en marcha hace dos años y, a través de la Diputación, en este año comenzará la primera fase de los trabajos de mejora del vial provincial que comunica Sande con Cartelle. Son unos tres kilómetros que incluirá mejora de firme y, en algún caso, de trazado. También arreglamos todos los parques infantiles, estamos intentando que todas las parroquias tengan al menos un local social y haciendo un esfuerzo importante para cuidar y recuperar el patrimonio a través de un taller de empleo. Han empezado por las fuentes y lavaderos, pero seguiremos con otros elementos de nuestro patrimonio.
La rehabilitación de la Torre de Sande, ¿entra en sus planes?
La Torre de Sande es un Bien de Interés Cultural (BIC), pero de propiedad privada. En alguna ocasión he hablado con los propietarios para analizar las posibilidades de ceder la propiedad, pero de momento no ha sido posible. En el plano cultural, uno los proyectos que espero que vea la luz en 2016 será la creación de la Fundación Carlos Velo, en torno a la figura más internacional que tiene Cartelle. No es que hubiera una de- jadez en este asunto, sino que que- ríamos implicar a otros organismos en el proyecto y parece que ahora ha llegado el momento. También para mi fue una alegría que el consorcio del Festival de Cine de Ourense acordase en su última edición la creación de ese espacio específico de Carlos Velo y que extenderá el festival a los concellos que significaron algo en su vida como Cartelle, Celanova, Carballiño y Ourense.
¿Qué retos se ha marcado para los próximos cuatro años?
Nos gustaría dar solución a un problema de acceso a la banda ancha de internet que existe en la zona de Sabucedo, Maravillas y Ulfe. Ya tuve una reunión con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez, sobre este asunto y estamos mirando de qué manera se puede mejorar la conexión a internet a través de la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia (Amtega), con la colaboración del Concello y los vecinos. Si estamos intentando que la gente se quede a vivir en el rural, la banda ancha es una herramienta imprescindible. Luego, nos gustaría mantener y mejorar, en la medida de lo posible, los servicios y equipamientos actuales. Tenemos un pabellón municipal abierto todos los días del año con el esfuerzo que eso supone, una banda y escuela de gaitas y damos una subvención importante para actividades extraescolares en el colegio, con el objetivo de r equiparar la oferta lúdica a las villas y ciudades. Y tendríamos muchas más cosas si viviera más gente aquí.
¿Le preocupa la despoblación?
Por supuesto. Aunque Cartelle es un concello de unos 3.000 vecinos, necesitamos frenar esa pérdida de la gente joven, que es la que realmente necesitamos para que cree proyectos, para que viva aquí. Porque la gente mayor ya trabajó mucho y ahora lo que tenemos que hacer es atenderla. En el rural tenemos que ilusionar a los jóvenes para que vivan en el campo aunque se trabaje en la ciudad, y mostrarles que hay pequeños proyectos que pueden ayudar a la economía familiar.
¿Qué esta fallando?
Lo que falla es la política de poner en valor el rural, pero no solo en Cartelle. Pienso que en todos estos años atrás, por las circunstancias tan duras que vivieron nuestros mayores, nos educaron para salir del pueblo y crear otros caminos porque aquí no se podía vivir. Pero debemos erradicar esos pensamientos, porque hay iniciativas y potencialidades que pueden dar marcha atrás a eso. En el rural se puede vivir muy bien, la vida es muy tranquila. El punto más alejado de Cartelle está a 30 minutos de Ourense ciudad y a 20 de Celanova, que es nuestra villa de referencia. La autovía AG-31 fue un avance importante para la comunicación y también lo será el ramal al polígono. ¡Ya les gustaría a muchas ciudades poder llegar a su trabajo en la distancia que se puede llegar desde Cartelle al polígono, a Ourense o a Celanova!
¿Qué se puede hacer desde la administración?
Apoyar los proyectos que surjan. Por nuestra parte, estamos redactando una ordenanza para ayudar a la natalidad y facilitar la conciliación, que pasan por el empadronamiento.
Estas ayudas, ¿no se contradicen con el hecho de que este curso la Xunta haya cerrado la escue- la infantil?
Está en suspensión temporal, pero que volverá a abrir en cuanto exista demanda. Por lo que se ve en otros municipios, lo de la natalidad algo cíclico. Nosotros no podemos hacer que la gente tenga hijos, pero sí colaborar y facilitar la conciliación familiar y, en esa línea, es muy importante que Cartelle tenga una es- cuela infantil.
¿Cuáles son las potencialidades del municipio?
Aquellas ligadas al sector primario. Me gustaría que en estos años se diera, por parte de los vecinos que son los propietarios de los montes comunales, una reactivación del sector forestal y que se pongan en marcha proyectos que tengan que ver con esa riqueza, que no está nada explotada. También sería importante que se asentara alguna que otra explotación ganadera.
