El Auditorio Padre Manuel Feijoo de Outomuro, en Cartelle, fue testigo ayer de la entrega del premio Veliano de Honra 2023 a José Luis de María-Tomé. El galardón que cada año entrega la Fundación Carlos Velo a aquellas personas que comparten “querencia e respecto polo noso patrón”, y mismo formaron parte de su propia trayectoria personal y profesional, como es el caso de María-Tomé, trasladó su acto de entrega de Ourense a Cartelle, reivindicando la cuna del cineasta como capital del audiovisual gallego.
José Luis de María-Tomé emocionado
Visiblemente emocionado y agradecido por el cariño ourensano, y en especial por la laudatio realizada por Ana Isabel Silva Nicolás, doctora, periodista y profesora a la que le unen 50 años de amistad desde su etapa en el movimiento estudiantil y la lucha antifranquista en el Madrid de los años 60, José Luis de María-Tomé se salió del guion marcado -tenía previsto hablar del cine como vehículo de trasformación social- para hablar del papel del cine en su vida y en la de todos, recordando aquellas escapadas de su niñez para asistir a las sesiones continuas de los jueves. “El cine es el mejor invento de la historia, que ha supuesto cambios y transformaciones en todos nosotros”, dijo, defendiendo el cine sin palomitas -matizó- frente a las series eternas, y destacando su papel de transmisor de emociones y de cultura. Sobre Carlos Velo, con quien compartió amistad y profesión en México, dijo tenerlo muy presente siempre, “y más en un día como hoy, gracias a la fundación por esa labor que hacéis”, dijo, reivindicando su obra. “Carlos era un hombre de cine, del cine como herramienta”, dijo, invitando a los presentes -entre los que se encontraba la nieta del cineasta y presidenta de honor de la fundación, Laura Gardós Velo- al visionado del documental “Homenaje a León Felipe”.
La presidenta de la fundación, Carmen Leyte, fue la encargada de dar lectura del acta del premio, destacando la amistad de Velo y De María-Tomé, quienes coincidieron en la exposición sobre el exilio español en México del Ministerio de Cultura de España en 1981; así como el generoso gesto de este cuando, hace un año, al conocer la existencia de la fundación, se puso en contacto con Leyte “e xenerosamente doou todo o material audiovisual de toda aquela macro-exposición”, agradecía públicamente la presidenta. Fondos que pasarán a formar parte del archivo que la Fundación Carlos Velo habilitará en la casa familiar de Cartelle.
Recuperación
Los trabajos de la recuperación de la conocida como “casa de invitados” están prácticamente finalizados, tal y como adelantaba ayer el alcalde Jaime Sousa. “A parte exterior esta lista. Diferenciamos ambas casas, a principal e a dos invitados, que xa está rematada por dentro, e tamén o patio e o acceso”, describía sobre la vivienda que albergará la sede de la fundación y que previsiblemente se inaugurará antes de final de año.
En su intervención, el alcalde destacó la figura de Velo, así como el trabajo de los patronos de la fundación para mantener vivo su legado, pero también tuvo unas palabras para recordar otros vecinos ilustres como el padre Manuel Feijóo, hijo predilecto del municipio e impulsor del orfeón Terra a nosa; del padre Plácido, que restauró el Monasterio de Oseira; de Aurea Rodríguez, la primera gaiteira gallega; Luisa Pérez Álvarez, premio Olimpia Valencia, o José Antonio Sobrino, catedrático de Física de la Tierra que acaba de ser nombrado director del Image Processing Laboratory de la Universitat de Valencia. “Cartelle é terra de artistas, somos os eternos descoñecidos… para algúns”, bromeaba el regidor, quien agradeció la intervención musical de las locales Pandereteiras O Forrollo, así como del presidente de la Diputación, Luis Menor, quien en la clausura del acto destacó el alto nivel cultural de un acto que revindica el rural, destacando la expectación generada y la importancia de “honrar aos nosos devanceiros”.
