Celanova repara su oferta ambiental y patrimonial

El Concello de Celanova acaba de acometer las labores de limpieza y restitución de la ruta de senderismo por los petroglifos de Freixo. Uno de los pocos itinerarios señalizados del municipio, conjuntamente con el Camino Natural de San Rosendo -estando pendiente de recuperación la Ruta Currosiana y el sendero de Sampil-, que mejora la oferta turística y de naturaleza del municipio.

“Fíxose una limpeza e resinalización de toda a ruta, que xa estaba algo deteriorada, reparando e renovando a cartelería”, explicaba el concejal de Medio Rural, Jesús Regal, quien hizo hincapié en la limpieza realizada a lo largo de todo el trazado, con un especial cuidado y protección en la zona de los petroglifos, así como habilitando un acceso hasta el Penedo do Corgo, un mirador natural hacia el valle del Arnoia.

El recorrido lineal de 1,8 kilómetros se puede realizar, indistintamente, bien desde el pueblo de Freixo o desde el área recreativa junto al puente romano de Ponte Freixo, uno de los seis Bienes de Interés Cultural (BIC) de Celanova y que comparte con Cartelle, al estar en el límite de ambos municipios.

Un itinerario que permite visitar los petroglifos de Freixo, seis grupos círculos concéntricos con cazoleta central que tienen su origen en el Neolítico.

Aula da Natureza

Como complemento a este recurso, el Concello ha contratado la redacción de un proyecto para la creación de un Aula da Natureza, así como el acondicionamiento y humanización de las áreas recreativas ubicadas en el curso del río Arnoia en el lugar de Pontegrande y Ponte Freixo.

Una intervención que lleva aparejada la señalización del sendero fluvial de aproximadamente 2,8 kilómetros que une estos dos espacios, lo que permitirá ampliar el número de kilómetros de recorrido de la ruta existente.

Sendero fluvial de Sampil

En estos momentos, y se está ejecutando en pleno caso urbano celanovés, la construcción del sendero fluvial de Sampil, que unirá Celanova y Mourillós a través de un recorrido de peatonal que ejecuta la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil a petición del Concello.

Y, la Fundación Curros Enríquez en colaboración con la administración local, también está trabajando en la recuperación de la Ruta Currosiana. Un itinerario circular de ocho kilómetros por los lugares que inspiraron algunas de las obras más conocidas del poeta celanovés Curros Enríquez y cuyo trazado resultó afectado por la autovía AG-31.