El Arenteiro, irreconocible en su once titular, regresó de vacío del campo de Las Llanas luego de perder por 1-0 ante el Sestao.
Y es que todo lo que podía salir mal, se juntó en este partido. El portero Diego García ya no viajó por un golpe en un gemelo, lo que propició el debut del santiagués Pablo Brea; en defensa Pol Bueso, que era el sustituto del sancionado Javi Moreno, se cayó en el calentamiento; a mayores, dos jugadores clave en los últimos partidos, Vitra y Pibe, también tenían molestias y solo pudieron jugar los últimos veinte minutos.
Tanto contratiempo motivó un once en el que Vicente Esquerdo tuvo que actuar de central improvisado e Illescas, Álex Cardero y Tiago Rodríguez formaron el centro del campo titular. Todo eso para ir a Las Llanas ante un Sestao que hace del fútbol directo y la pelea en el cuerpo a cuerpo su principal arma para enfrentarse a sus rivales. Incluso se hacía raro ver al equipo de O Carballiño jugando de blanco y sin publicidad ni los nombres de los jugadores en las camisetas.
Con todo, mantuvieron el tipo en un partido en el que no era el día para el juego de toque y sí para balones largos, envíos sobre el área rival y el cuerpo a cuerpo. La primera ocasión fue para los ourensanos tras una combinación entre Álvaro Ramón y Álex Cardero que remató el asturiano, pero se fue rozando el palo. La réplica local fue de Ibai Sanz, que solo ante Pablo Brea envió por encima del larguero.
En el minuto 25 llegó el único gol del partido. Pase filtrado de Guruceta para Aranzabe, que se va por velocidad y bate a Pablo Brea con un buen disparo con la izquierda. Y antes del descanso, Manín, tras centro de Álvaro Ramón, hizo un remate que sacó Álvaro Mateo con Sergio Puig ya superado.
En la segunda parte, el Arenteiro dio un paso al frente, jugo más la pelota por abajo, llevaba la iniciativa, pero no creaba ocasiones claras. El primer aviso fue un disparo desde 30 metros de Jordan Sánchez que se marchó por encima del larguero. Y en el 83 pudo llegar el empate. Un mal despeje de la defensa local lo aprovechó Luis Chacón para, sin pensárselo, sacar un derechazo que pegó en el larguero. Apretaron los de Javi Rey en los instantes finales ante un Sestao que reculaba para lograr una victoria tan necesaria como el comer. Y la suerte estuvo de su lado porque en el minuto 93 un saque de esquina que prolongó el defensa Gaizka le cayó en el segundo palo a Germán Novoa que, totalmente solo, remató de cabeza fuera perdonando a los locales.
Al final, una derrota, pero condicionada por las numerosas bajas.
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